Un Desmemoriado

Cosas para no olvidar

Un Desmemoriado

«La violencia invisible es la más peligrosa porque está aceptada socialmente»

Angélica Cuenca, durante la conferencia organizada por el Aula de Cultura de SUR.
Angélica Cuenca, durante la conferencia organizada por el Aula de Cultura de SUR. / Álvaro Cabrera
  • La psicóloga Angélica Cuenca analiza el maltrato en parejas adolescentes durante una charla organizada por el Aula de Cultura de SUR

Si el 30% de los jóvenes justifica la violencia y las adolescentes no se sienten representadas cuando se habla de estas agresiones de género, algo falla en la sociedad. «La violencia invisible es la más peligrosa porque está aceptada socialmente». La psicóloga Angélica Cuenca, que ayer ofreció en el Aula de Cultura de SUR la conferencia ‘Violencia invisible en parejas adolescentes’, advirtió sobre la complicación que supone luchar contra ella porque «no se detecta, se tolera y está inmersa en la cultura».

Cerca de un centenar de personas acudieron hasta la Sociedad Económica Amigos del País para asistir a la charla. Esta experta estableció tres tipos de vertientes: la psicológica, la sexual y la social. «Todo el mundo tiene asociada la violencia de género a la física, pero hay otras mucho más peligrosas», resumió. Cuenca, que en diferentes ocasiones se dirigió a los numerosos adolescentes presentes en la sala, dijo que también es preocupante que las chicas sean controladas por sus parejas, que les fuercen a darles las contraseñas de las redes sociales o que las obliguen a mantener relaciones sexuales.

Sobre este último punto, la psicóloga se detuvo especialmente porque «la sexual es la más naturalizada de todas». Y para ello comenzó recordando el ejemplo de una violación que se puede ver en una de las películas de la saga Torrente. «A los chicos les da risa y se lo toman a broma, cuando se trata de un hecho realmente serio». En este sentido, argumentó que el 99% de las adolescentes han sufrido este tipo de violencia a lo largo de su vida pese a que sólo el 6,3% de las chicas aseguran sentirse presionadas para mantener relaciones. «A las mujeres nos educan con el miedo a que nos violen; pero las mayoría de las agresiones se dan en el ámbito de la pareja; es lo que yo llamo la violación por confianza».

Escupen a las chicas

Esta experta en violencia de género lamentó que en la actualidad comienzan a darse casos de adolescentes que incluso «escupen a las chicas como símbolo de menosprecio» y que ellas no siempre lo ven como algo ofensivo. «Hay que tener en cuenta que la violencia siempre va en aumento; una vez que se instala siempre va a más en frecuencia y en brutalidad». Empieza con el control y las limitaciones a salir con los amigos, continúa con las amenazas y termina con la violencia sexual y la física. Llegados a este punto, el problema se vuelve aún mayor por lo complicado que resulta escapar de esta repetición de insultos y agresiones. Y más cuando las mujeres llevan interiormente asimilado lo que se conoce como la ley del dominio –«desde pequeñas tenemos arraigado el sentimiento de culpa»– y la ley del agrado –«hay que agradar por encima de todo, ser servicial, educada y dulce»–.

Por eso reconoció que escapar de una situación así es muy complicado, aunque no imposible. «El proceso de la violencia va desgastando; la mujer no deja a su agresor porque no tiene capacidad para salir;está achicharrada», resumió. Ypor ello consideró clave la formación continua en todos los ámbitos, desde el escolar hasta el familiar: «Debería ser tan importante como las matemáticas».

http://www.diariosur.es/malaga-capital/201502/17/violencia-invisible-peligrosa-porque-20150216234736.html

EL ÉXITO DE LOS MEDIOCRES

Hartos.org

David Jimenez 7/01/20136

Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.

Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.

Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.

Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.

Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.

Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.

Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.

-Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.

-Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.

-Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.

-Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.

-Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

-Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.

-Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.

-Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.

-Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su prolopia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

-Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

-Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo.

Nota: Sobre la autoría: David Jimenez

Ñ

Respetando a los caníbales: Europa es cómplice del fundamentalismo islámico

No han entendido nada. Los cientos de miles de patriotas, así se llaman ellos, Patriotas Europeos Contra la Islamización de Occidente, Pegida, no han entendido nada. Los menciono porque son el último grito en Alemania donde han reunido a decenas de miles de manifestantes en un par de meses. Pero lo mismo podríamos hablar del Frente Nacional de Francia o, simplemente, de esa marea de comentarios que usted se encontrará si se asoma a cualquier foro de internet español donde se mencionen las palabras “inmigración” o “islam”.

Lamentablemente, quienes se apresuran a salir a la calle en contramanifestaciones, normalmente respaldados de boquilla por los gobiernos, para pedir respeto, tolerancia, aceptación de otras culturas, han entendido todavía mucho menos.

Los doce muertos de Charlie Hebdo en París ya no dejan duda: el islam es un problema en Europa. Es muy fácil, y desde luego es señal de buena voluntad, asegurar que los asesinos eran simplemente asesinos, y no tienen nada que ver con el islam, porque “el islam no es eso”. Pero de nada sirve. El islam es eso y es lo contrario.

Sí: el islam también es el policía Ahmed Merabet, que murió por defender a los dibujantes de Charlie Hebdo. Al igual que el cristianismo es el cura rojo de un arrabal de Madrid y el arzobispo de Granada. Como el judaísmo es Abraham Serfaty y aquel rabino que decretó lícita la exterminación de niños palestinos. Como cualquier religión, “el islam” no existe. El islam no es más que la suma de lo que piensan en un momento concreto de la historia quienes se reconocen musulmanes.

Y el problema que tiene Europa hoy es lo que piensan los musulmanes de este continente.

Europa es responsable

Es un problema de Europa y es la responsabilidad de Europa. Los asesinos de los periodistas (si se confirman las sospechas de la policía) son franceses. Nacidos en París. Con apellido magrebí, sí: sus padres proceden del norte de África. Pero esto no disminuye en absoluto la responsabilidad del Gobierno de Francia: estos asesinos pasaron por el sistema educativo francés.

Decir que la culpa la tienen sus padres es no sólo hipócrita (para eso se inventó la enseñanza obligatoria: para asegurarle al Estado control sobre lo que aprenden los niños) sino además es falso. La generación de magrebíes que llegó a Francia hace medio siglo no era islamista ni violenta ni lo es hoy. Hicieron lo posible por integrarse. Son sus hijos y nietos, europeos de toda la vida, quienes han hecho de un cierto islam violento su bandera. Ocurre lo mismo en Inglaterra (vean el atentado del metro de 2005: tres de los cuatro terroristas habían nacido en Reino Unido; uno era converso de Jamaica).

Esta es la responsabilidad de Europa, y no puede sustraerse a ella. Los “patriotas” de derechas están metiendo la cabeza en la arena cuando denuncian la inmigración como causa de los males: ni fueron violentos los musulmanes que llegaron a Europa hace dos generaciones, ni lo son los que llegan hoy. No existe un flujo de yihadistas de Siria, Marruecos o Iraq a Europa. Existe un flujo de yihadistas de Francia, Alemania, Inglaterra, España, Austria hacia Siria. Europa no importa terroristas islámicos: los exporta.

Pedir cerrar la puerta a la inmigración musulmana como hacen tantos “patriotas”, equivale a cerrar las ventanas de una casa para combatir el mal olor de las cañerías.

Concentración en Frankfurt en tributo a las víctimas del ataque contra 'Charlie Hebdo' (Reuters).Concentración en Frankfurt en tributo a las víctimas del ataque contra ‘Charlie Hebdo’ (Reuters).

La metamorfosis

Y son ellos, los “patriotas” de derechas, esos que se manifiestan con una gran cruz para mostrar su oposición a la “islamización de Occidente”, ellos y sus mayores, quienes tienen la culpa que esto sea así. A los magrebíes y turcos que llegaron a Europa en los años sesenta y setenta no les faltaba voluntad de integrarse; explotados como mano de obra barata, les faltaban medios. Empezando con un punto clave: el aprendizaje del idioma. Quizás no hicieron suficiente esfuerzo. Pero no debe olvidarse que cierto racismo de la población (un racismo corriente, dirigido contra cualquier obrero de origen campesino, moreno, turco, magrebí, siciliano o andaluz) les puso un muro adicional, les cerró las puertas, les hizo entender que no eran bienvenidos.

Se replegaron. Ignorantes en todo a lo que se refiere al islam o a la cultura intelectual, literaria, de sus países de origen, criaron a sus hijos en un ambiente suspendido entre dos mundos, sin pertenecer a ninguno. Y también sus hijos se dieron cabezazos contra este muro: hasta hoy, tener un apellido magrebí en Francia hace desplomarse las oportunidades en el mercado laboral.

Se quedaron, pues, en el barrio. Viendo la televisión. Esa televisión que algún día empezó a poblarse, por obra y gracia de la parabólica, con predicadores vestidos de blanco que se dirigían a “los musulmanes”. A ti, sí: a ti. Tu vida tiene sentido ante Dios y la historia, les dijeron, si cumples las leyes divinas y garantizas que tu hermana no se pasee con hombres blancos. Que no se pasee con hombres, vaya.

Así se fue creando el gueto. Un gueto en el que se ha ido cristalizando una extraña cultura que guarda recuerdos de la gastronomía magrebí o turca, pero que se ha modelado según el ideario del islam que han difundido los telepredicadores y los imames del barrio. Estos imames que en han ido apareciendo por doquier, sin que se sepa siempre muy bien quién les paga el salario.

Saudíes en la M-30

En la Mezquita de la M-30 de Madrid lo sabemos, porque colocan orgullosos la foto del rey de Arabia Saudí en sus oficinas. En Alemania, la Diyanet, el Ministerio de Religión de Turquía, tiene bajo control gran parte de las mezquitas. Digo bien: control. Ankara envía supervisores que cambiar regularmente para impedir que se “contaminen” con ideas europeas. Y si bien el islam oficial en Turquía tiene que andar con pies de plomo, por respeto a la Constitución laica del país, en Alemania, un país que no es laico, no tiene cortapisas: puede difundir sin ambages la ideología de sus dirigentes, que los intelectuales turcos califican de “islamismo radical”. Y que los europeos siguen llamando “islam moderado”.

Moderado en comparación con los asesinos de París, querrán decir. Porque para los europeos, todo islam que no es directamente asesino es “moderado”. Ya puede ser todo lo violento que quiera: predicar el velo obligatorio para las mujeres, a medias o integral, decir que mujeres y hombres no deben tocarse, que las niñas no deben aprender música, que ser gay es malo para la salud, que hay que prohibir toda obra literaria o humorística que cuestione lo “sagrado”, que las leyes del Corán son inmutables, divinas y deben estar por encima de la legislación de cada país…

Un predicador islamista puede decir todo esto y más y será cortejado por ministros y presidentes que harán cola para debatir con este portavoz del “islam moderado”. Muchos de estos predicadores habrían ido a la cárcel en Marruecos o Siria por su discurso de incitación al odio, pero Europa les ofreció no sólo asilo sino una tribuna, un debate, el puesto de presidente del consejo oficial de musulmanes, el título de Honorable Caballero y orden de la Reina.

Sí: Europa ha fomentado, no sé si a ciegas o a conciencia, pero de forma activa y continua, de forma criminal, las corrientes más extremistas del islam, financiados desde Arabia Saudí, Qatar, Kuwait y sus vecinos gracias a la marea del petróleo. Desde las cúpulas del gobierno hasta el último alcalde, se ha elevado a los imames, los teólogos, los predicadores al rango de representantes de los colectivos de origen magrebí, turco o pakistaní. Un rango que nunca tuvieron en sus países originales, un poder que sólo pudieron adquirir gracias a la complicidad de las administraciones europeas. Por doble vía: por elegirlos como representantes y por cerrar a estos colectivos toda otra vía de expresarse.

Un niño juega durante el rezo en la Gran Mezquita de Estrasburgo durante el Ramadán de 2013 (Reuters).Un niño juega durante el rezo en la Gran Mezquita de Estrasburgo durante el Ramadán de 2013 (Reuters).

La náusea del multiculturalismo 

Cuando al periodista alemán Günter Wallraff le ofrecieron ser miembro del consejo musulmán local (gracias a su larga trayectoria de defensa de los inmigrantes turcos) aceptó con la condición de leer en la mezquita los “Versos Satánicos” de Salman Rushdie y debatir sobre los límites del arte frente a la religión. No hubo manera. Más tarde intentó que firmasen una declaración contra la lapidación de una mujer iraní. Tampoco.

Y con estos antecedentes hay quien sigue aplaudiendo que las mezquitas en España sirvan de lugar de reunión social y organicen comidas o talleres, en lugar de buscar a los inmigrantes un espacio donde pudieran reunirse lejos del control de los imanes, lejos de sus discursos excluyentes, lejos de frases tipo: «No pueden entrar las mujeres que tengan la regla».

Europa ha islamizado, durante décadas, la sociedad inmigrante, religiosamente indiferente, que recibió. En plena complicidad con los jeques árabes y sus imperios mediáticos. Los gobiernos han envuelto su actitud en un neologismo venerado hasta la náusea: multiculturalismo. Una hermosa palabra para expresar el racismo de toda la vida. El racismo que preconiza la separación de “lo nuestro” y “lo de ellos”. Sí, también los manuales oficiales nazis decían que todas las razas tenían igual valor, sólo que no conviene mezclarlas. Hoy tenemos valores europeos, sólo aplicables a los blancos de tres generaciones, y hay valores de “ellos” que deben respetarse en “sus comunidades”.

Que más nos da que ellos fuercen a sus mujeres a taparse, qué más nos da que en sus barrios amenacen de muerte a cualquiera que venda alcohol, que más nos da que en sus familias dirimen matrimonio y divorcio según diga el imam. Son ellos, la sociedad es multicultural: respetamos el derecho de cada imam y de cada matón de barrio a oprimir a sus fieles, a castigar a sus hermanas, a imponer su machismo como vea bien. Eso se llama tolerancia. Lo de la tolerancia cero solo es cuando la violencia afecta a las mujeres nuestras.

¿Humillando a los débiles? ¿En serio?

Esto es lo que ha defendido, da vergüenza admitirlo, la izquierda europea. Una izquierda que ha enterrado su cabeza todavía mucho más profundamente en la arena que la derecha. No han aprendido: apenas ha dejado de retumbar el eco de los disparos de París cuando una legión de pensadores de izquierda se ha abalanzado sobre Charlie Hebdo para denunciar que caricaturizar a Mahoma es racista y xenófobo y se burla de los débiles.

Los débiles: como si el islam en Europa fuera la religión de los débiles. No lo es: ese islam que defienden los predicadores europeos, ese de las mezquitas de ostentación, sea la de la M-30 o sea la que pretenden construir en Colonia, de débil no tiene nada. Es la religión de varias monarquías bañadas en oro negro, países cuyos dirigentes son los dueños de Harrods y parte del resto de Londres. Países con dinero suficiente como para financiar cadenas satélite, universidades con becas para todos (a condición de convertirse al islam) y milicias cortacabezas por medio Oriente.

Seguramente también han financiado el mejor gabinete de relaciones públicas del mundo, si la izquierda europea cree que una revista satírica francesa al borde de la quiebra estaba humillando a “los débiles” cuando esta revista desafió la prohibición de dibujar a Mahoma, prohibición que no existe en el islam y de la que nunca han sabido nada los obreros magrebíes o turcos, hasta que no la proclamasen urbi et orbi los teólogos saudíes.

Imagen de una edición especial del semanario francés 'Charlie Hebdo' (Reuters).

Imagen de una edición especial del semanario francés ‘Charlie Hebdo’ (Reuters).Tristemente, nada hace presagiar que los disparos contra Charlie Hebdo vayan a despertar las conciencias europeas. Ya en el editorial conjunto que seis diarios europeos publicaron al día siguiente, se repite tres veces la palabra “Europa” en alusión a la defensa de la libertad de expresión. Como si más allá de sus fronteras no hiciera ninguna falta defenderla: allí no la necesitan, esa libertad, allí son musulmanes de todas formas, es el mensaje.

Bajo este prisma, la derecha vociferará más que antes contra “los inmigrantes”, enarbolará más alta aún la cruz del “Occidente cristiano”, como si el Renacimiento y la Ilustración hubiesen sido posibles sin siglos de ciencia y filosofía árabes, como si Europa no fuera en su integridad un resultado de aquella civilización histórica que hoy llamamos islámica. Como si la Biblia y los mandamientos de la Iglesia fueran un ápice mejor que los del Corán.

El islam ya es wahabí

Y la izquierda probablemente desgastará sus últimos cartuchos de tinta en intentar convencerse a sí misma de que luchar contra siglos de opresión eclesiástica y contra los coletazos de la reciente dictadura nacionalcatólica es justo y necesario, pero que el islam de los saudíes es diferente, exótico, intocable, digno de todo respeto como cualquier rito de una lejana tribu caníbal. Mientras se coman entre ellos.

Esa oleada de islamización saudí no sólo ha alcanzado Europa (y América) sino también a los países que llevan siglos siendo musulmanes. Ya ha practicamente conseguido reemplazar en la conciencia pública la religión que alguna vez se llamaba islam con su ideología particular, la wahabí. Tanto que he dejado de emplear el término «secta wahabí” en este texto y hablo del islam a secas: todo lo que usted ve y se llama “islámico” es ya wahabí.

Este proceso se acelera gracias a Europa: los franceses y belgas de origen marroquí son quienes llevan a Marruecos el ideario radical aprendido en sus guetos. Y fue una española, Marisol Casado, quien criticó a Turquía por no incluir chicas con velo en su vídeo de candidatura olímpica. Europa quiere que las musulmanas lleven velo. Para que se vea que son diferentes. Que no son mujeres sino musulmanas.

Europa, sus gobiernos, sus pensadores, sus demagogos, son el aliado necesario para los dirigentes de la hegemonía islamista financiada con petrodólares cuyo objetivo es convertirse en dueños absolutos de esa sexta parte del globo habitado por musulmanes, o personas forzadas por ley a considerarse musulmanes. Dueños absolutistas, por encima de las críticas, las parodias, las sátiras y las consideraciones de derechos humanos.

Esto no tiene nada que ver con una islamización de Occidente. Europa no es víctima. Es cómplice.

http://www.elconfidencial.com/mundo/2015-01-10/respetando-a-los-canibales-europa-es-complice-del-fundamentalismo-islamico_619350/

Matilde Col Choc: Sembradora de la semilla de la educación Bilingüe en Guatemala

Guatemala Comunitaria

Por: Ronny Morales Tot

El dia 14 de julio del 2014 pude conocer la historia Matilde Col Choc, víctima de desaparición forzosa en 1983. Me causó una gran curiosidad el caso ya que como defensor de los derechos humanos y periodista comunitario, mi trabajo ha sido alrededor de la lucha por la tierra, la represión y criminalización de las luchas. Gracias a Mario, esposo de una sobrina de Matilde pude conocer la historia de una mujer soñadora, mujer de caminar, que brindó su identidad, a este mundo tan desigual, indiferente a las poblaciones mayas.

Matilde nació en Cobán el 14 de marzo de 1954 con energia “13 AJ”, que ante los abuelos significa que será como la semilla ante la madre naturaleza, que dará frutos. Aj es la energía  de los estudiosos, lectores e investigadores. Fue una niña de pies descalzos con la sonrisa alegre amante a la lectura.

La educación y la educadora

Al terminar la primaria por vicisitudes de la vida dejó de estudiar y se dedicó al trabajo en la casa, ayudando a su madre. Pero los sueños de superarse los tenía muy presentes, y con un grupo de amigas decidieron estudiar en la jornada nocturna. Ellas fueron de las primeras mujeres indígenas de Cobán en graduarse como maestras de educación primaria Bilingüe.

Cuando terminó sus estudios fue una de las fundadoras del Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica -IGER. Junto al Padre Franz Vond Tattenbach recorrieron todo el territorio nacional divulgando la importancia de la educación bilingüe en los pueblos mayas. Ése fue el granito de maíz que germinó y que hoy vemos sus frutos: ahora miramos el derecho a la educación para adultos con la visión de fortalecer la cultura la cosmovisión maya.

Hablar de cultura, identidad, idioma, espiritualidad es sinónimo de hablar de identidad tambien hablar de los derechos de un pueblo maya, todo esto representaba Matilde para nosotros una pionera idealista.

Trabajó como Maestra de Educación Bilingüe, en la atención a niños en salud y fue comunicadora social. Condujo un programa radial de IGER en idioma Q’eqchi, donde trataba  el tema de la importancia de la educación, traduccion y derechos de los pueblos idigenas.  Tuvo a su cargo la traducción de los textos del castellano al idioma q’eqchi para adultos. También era poeta.

El sueño de Matilde, era que los niños, mujeres y adultos aprendieran a leer y escribir en su idioma natal y que esto les permitiera salir adelante para tener un mejor futuro. Sus familiares y amigos la recuerdan como alguien que buscó el bien para los demás, solidaria, amable y humilde.

Desaparecieron a Matilde

El 13 de enero del 1983 fue desaparecida con 7 meses de embarazo, según nos contaba una amiga. “Fueron pasando los días y no regresó; la empezamos a buscar en varios lugares del país. Incluso su hermano empezó a trabajar en la zona militar # 21 con el único objetivo de encontrarla, y alguien del ejército le dijo que si preguntaba más, algo le pasaría a él y a su familia, que mejor que se callara”

“Con el tiempo nos enteramos que Mati fue detenida y desaparecida cuando regresaba de una Ceremonia Maya entre los municipios de Tactic y Cobán, en un puesto de registro o retén militar. Junto a ella también fue detenido y desaparecido Otto Federico Ical Choc”. Su caso aparece en el informe de la CEH, Tomo VIII, pagina 84.

El reencuentro

Matilde fue una de las victimas encontradas entre las 533 osamentas encontradas en el destacamento de Cobán: “En 2012 nos pidieron ADN para ver si uno de esos cuerpos era el de Mati. Dos años después nos entregaron su cuerpo, donde nos pudimos dar cuenta que ella fue torturada, violada y asesinada. Fue muy duro para nosotros saber los sufrimientos que tuvo antes de su muerte. muchos de los restos juntos a Matilde, tenían los ojos vendados, amarrados de las manos, tenían con maskin en las bocas para que no se les oyera gritar”

El convivir con una familia que ha sufrido una desaparición forzosa en tiempos de la guerra interna en Guatemala, me hizo valorar aun más mi labor como periodista comunitario en este país tan injusto y desigual. Todavía me asombra y me indigna muchísimo saber que personas valiosas como Matilde sean perseguidas, desaparecidas y hasta asesinadas por pensar, escribir, hacer radio.

Como comunicador popular siento que Matilde se merecía un futuro y la nación Q´eqchi siempre estará en agradecimiento a Mati por lo mucho que nos ha dejado.

http://guatemalacomunitaria.periodismohumano.com/2014/12/08/matilde-col-choc-sembradora-de-la-semilla-de-la-educacion-bilingue-en-guatemala/

“La industria farmacéutica está causando más muertes que los cárteles de la droga”

ALLEN FRANCES, DIRECTOR DEL DSM iv
Miguel Ayuso, 09/09/2014

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés) contiene la clasificación de las enfermedades mentales según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, y se usa en todo el mundo para decidir quién padece una enfermedad mental y quién no.

El doctor Allen Frances (1942), catedrático emérito de la Univesidad de Durham, dirigió la penúltima edición de la conocida como “Biblia de la psiquiatría”, el DSM IV. Entonces, trató de elevar los criterios bajo los cuales se puede calificar a alguien como enfermo mental. Pero no lo consiguió. El DSM IV se empezó a utilizar, a juicio de Frances, de forma incorrecta para hacer explotar la burbuja de la inflación diagnóstica y la medicación. Hoy, sobre todo en EEUU, las cifras son preocupantes: el 20% de las personas toman un medicamento psiquiátrico a diario y una cuarta parte de la población tiene un diagnóstico de enfermedad mental.

La inflación diagnóstica no es exclusiva de la psiquiatría, es común a toda la práctica médica y es algo que debería preocuparnos

Aunque a Frances no le hacía ninguna gracia el nuevo DSM, no tenía intención de criticarlo públicamente (la polémica sería enorme entre los psiquiatras, tratándose del director de la anterior edición), pero tras una fiesta de la asociación cambió de opinión. “Me horrorizaba el ingenuo entusiasmo de las personas que trabajaban en el DSM 5. Donde ellos veían magnificas oportunidades yo veía graves riesgos”, reconoce Frances en su nuevo libro, ¿Somos todos enfermos mentales? (Ariel), que acaba de publicarse en España. El nuevo DSM iba a ser un desastre, y su antiguo director se decidió a tomar partido.

Ayer Frances visitó Madrid y fue muy claro: si el DSM 5 tiene éxito (algo que aún está por ver) el 81% de la población de entre 11 a 21 podría ser diagnosticada con una enfermedad mental. La inflación diagnóstica puede llegar al absurdo. Y el psiquiatra cuenta con numerosos ejemplos.

“Con el nuevo DSM –explica Frances–, tan sólo dos semanas después de que alguien pierda a un ser querido, un médico puede diagnosticar depresión clínica. Si alguien tiene síntomas propios del duelo no va a acudir a un psiquiatra, va a ir al médico de cabecera, que en Estados Unidos pasa de media 7 minutos con cada paciente, cifras que no serán muy distintas a las de España. Quizás ni siquiera conozca al paciente bien”. No importa, asegura el psiquiatra, en un momento podrá (con el manual en la mano) decir que tiene depresión y recetarle antidepresivos. Y la situación se repite con numerosos trastornos que, desde la publicación del nuevo DSM (en mayo de 2013), son mucho más sencillos de diagnosticar.

Y no hay que ser un genio para darse cuenta de que el verdadero beneficiado de esta nueva situación es la industria farmacéutica. “Las farmacéuticas están alertando ya a los médicos que la depresión debe ser diagnosticada en personas que están pasando un duelo”, asegura Frances. “Es parte de su campaña de promoción”.

Una deriva muy peligrosa

En su opinión, aunque el nuevo DSM 5 genere enormes beneficios para las farmacéuticas, estas no están detrás de sus errores. Es más bien el ego y la falta de perspectiva de los psiquiatras lo que ha provocado todo esto.

“Conozco muy bien a la gente que ha trabajado en el DSM 5 y no creo que tengan un interés sea ayudar a las farmacéuticas”, asegura Frances. “Es gente de buen corazón que ha tomado decisiones muy estúpidas, pero no por la presión de las farmacéuticas, sino porque han sobrestimado la importancia de su campo de estudio, sin darse cuenta del daño que puede hacerse cuando las cosas que pueden funcionar para ellos en la universidad se lleven a la práctica clínica”.

Si las farmacéuticas hubieran pagado a los profesionales por redactar el DSM estaríamos ante un escándalo mayúsculo. Pero lo que han logrado es casi peor, ya que está más arraigado: han conseguido que todos (médicos y pacientes) creamos que las drogas son la única solución a nuestros problemas. “Esta colosal industria está lavando el cerebro a todo el mundo para que tomen pastillas, aunque no las necesiten”, explica Frances.

El psiquiatra insiste en que las farmacéuticas no han tenido ninguna influencia directa en el DSM –“no es así como van las cosas”–, pero una vez publicado van a exprimir sus posibilidades hasta la última gota: “Miran hasta los márgenes, buscando cómo pueden usar los diagnósticos en su provecho. Las farmacéuticas tienen millones de dólares, y la más brillante mercadotecnia, a la espera de encontrar cualquier nuevo trastorno para convertirlo en moda. Así ocurrió con el TDAH, con la depresión, con el desorden bipolar… Tomaron la definición, que funciona bien si se usa con cautela, y la hicieron confusa en la práctica general”.

Un problema que afecta a toda la medicina

Para Frances, la inflación diagnóstica no es exclusiva de la psiquiatría, es común a toda la práctica médica y es algo que debería preocuparnos. Mucho. “Si tienes 60 años y eres mujer, es casi imposible no tener osteoporosis, porque la definición de unos huesos ‘normales’ está basada en los huesos de las mujeres de 20 años”, asegura el psiquiatra. “Se ha patologizado todo”.

A las farmacéuticas no les interesa desarrollar antibióticos que la gente sólo va a tomar dos o tres días, pero van a hacer todo lo posible para vender medicamentos a los niños, porque serán consumidores para toda la vida

Pero si esto ocurre con todos los campos de la medicina, cuando hablamos de enfermedad mental la cosa se complica. “En psiquiatría no hay análisis de sangre para saber si una persona es normal o no”, explica Frances. “Si la línea que separa a las personas a las que se les puede diagnosticar un trastorno y las que no se desplaza aunque sea un poco, y puedes presionar para que eso ocurra, la diferencia es de millones de pacientes”.

El ejemplo más claro de esta vergonzosa inflación diagnóstica es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). “La forma más fácil de predecir que un niño va a padecer TDAH es su cumpleaños”, explica Frances. “Si eres el niño más pequeño de tu clase, tienes el doble de posibilidades de padecerlo que si eres el más mayor. Estamos transformando la inmadurez en enfermedad, y en vez de tratarla en clase, estamos gastando millones de dólares en medicamentos”.

“Desde la perspectiva de la industria farmacéutica –continua Frances– esto es genial. No hay mejor cliente que un niño. A las farmacéuticas no les interesa desarrollar antibióticos que la gente sólo va a tomar dos o tres días, pero van a hacer todo lo posible para vender medicamentos a los niños, porque serán consumidores para toda la vida”. Medicamentos que, en numerosas ocasiones, causan más problemas de los que resuelven. “Los antipsicóticos hacen a los niños muy gordos”, explica el psiquiatra. “Ya tenemos una epidemia de obesidad infantil que provoca diabetes y muerte prematura”.

Hay espacio para el optimismo

Para Frances la solución a este problema es bien sencilla: hay que limitar el poder de las farmacéuticas y promover una vuelta a la práctica clínica racional, humanizada. “Cualquier problema múltiple se resuelve de forma más efectiva a través de la psicoterapia que a través de la medicación”, asegura el psiquiatra. “Sí, es más barato dar drogas a un paciente en los primeros meses, pero si tiene que estar medicado toda la vida es muy caro. Si pensamos en la vida de los pacientes es mejor gastar dinero en diagnósticos más precisos y cuidadosos y en psicoterapia, y menos dinero en aumentar los diagnósticos y la medicación”.

Los doctores están prescribiendo narcóticos como locos, y la industria está empezando a ser más peligrosa que los cárteles de la droga

El psiquiatra pide sentido común en la práctica médica, y mano dura con las farmacéuticas. “A veces, cuando la situación se vuelve indignante, acaba ganando el sentido común”, asegura Frances, que cree que se puede luchar contra ciertos comportamientos de la industria farmacéutica al igual que se acabó con el tabaquismo: presionando a los Gobiernos para que establezcan unas regulaciones más duras.  

“Las farmacéuticas venden una píldora para tratar la hepatitis C por miles de dólares a Europa y luego venden la misma píldora a Egipto por 10 dólares”, afirma Frances visiblemente enfadado. “La gente tiene que empezar a darse cuenta de que esta gente no son nuestros amigos. No es gente que se preocupa por nosotros: se preocupan por sus beneficios, y debemos ser escépticos y controlarlos. Los doctores están prescribiendo narcóticos como locos, y la industria está empezando a ser más peligrosa que los cárteles de la droga, y ya está causando más muertes. Esto es tan indignante que el cambio tiene que ser inminente”.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-09-09/la-industria-farmaceutica-esta-causando-mas-muertes-que-los-carteles-de-la-droga_188426/?utm_content=buffer982a8&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer

El catecismo de los obispos

03 jul 2014
 
 
 
 

 

La conferencia Episcopal quiere iluminar a la sociedad española con la publicación de Testigos del Señor. Se trata de un catecismo sobre los asuntos sexuales ideado para personas de entre 11 y 14 años. Nadie puede negarle a la Iglesia su valentía. Su campaña en contra del sexo sería mucho más fácil si se dirigiese a gente mayor de 50 años, hombres y mujeres obligados a pactar con los misterios de la vida y con unos cuerpos cada vez más dóciles, menos imaginativos, necesitados de menos decibelios. La vejez se parece a una alcaldesa represiva.

Empeñarse en negarle el sexo a un adolescente es una tarea ardua. No hay reforma laboral que pueda equipararse a la reforma corporal que intentan las sotanas. Las amenazas contra un obrero protestón causan efectos inmediatos. Quien levanta la voz se convierte hoy en un suicida. Pero el infierno y la condenación eterna son poca frontera cuando uno tiene 14 años, cuando uno siente de forma volcánica la llamada de la carne.

El problema se agrava porque la Conferencia Episcopal se contradice a sí misma y deja a Dios en muy mal lugar. Afirma que la identidad sexual es un don de Dios. Tendré, pues, que reclamarle a Dios por todos los vicios, desarreglos y maldades sexuales que me han alterado desde niño. La iglesia está tonta. Para lanzar sus críticas contra la homosexualidad se mete en camisas de 11 varas sobre la identidad y mantiene que es un don de Dios. Bueno, pues si Dios nos da un don y nos hace desde niños como somos, de forma natural y de acuerdo a los instintos personales de cada uno, quiénes son los obispos para llevarle la contraria a Dios. A la Iglesia se le da mejor prohibir por prohibir que dar explicaciones.

La sexualidad y el amor no son un producto de consumo que se elige en un supermercado según el capricho de cada cliente. Bueno, o por lo menos no debería serlo. Si la Iglesia quisiera ennoblecer la sexualidad y el amor, podría hablar del respeto que se merecen las personas y sus cuerpos, de la singularidad de cada uno de nosotros y nosotras. Un cuerpo no es asunto de usar y tirar, algo sobre lo que merece la pena mantener una conversación.

Pero la Iglesia se olvida del respeto, se obsesiona con el pecado y nos convierte en consumidores del sexo. Menos más que la energía religiosa, por incordio que sea, está muy disminuida en Occidente. Hace siglos que aprendimos a distinguir entre el pecado y el delito. Allí donde lo religioso impera a su gusto puedes ser encarcelado, torturado y ejecutado por tu condición sexual. Aquí las cosas no llegan a tanto, aunque el dolor y el malestar que causan los instintos represivos de la Iglesia llenan de sombras innecesarias muchos rincones silenciosos, sin fiesta, de la sociedad.

Es una impertinencia y un acto contra el civismo que la Conferencia Episcopal elija el inicio de las celebraciones del Orgullo Gay para publicar un panfleto contra los homosexuales. Es una impertinencia que el poder, en su afán totalitario, no se limite sólo a controlar las plazas y los sueños públicos y pretenda también entrar en la intimidad, en las alcobas y en el amor de las personas. Es una impertinencia que una institución religiosa o un ministro quieran decidir sobre la idoneidad de un embarazo o sobre la identidad sexual de los ciudadanos.

Y es una locura condenar al infierno por masturbarse a un niño de 14 años. La Iglesia lo tendría mucho más fácil si se dirigiese a la cúpula del dinero español. No me resisto a meter aquí a los banqueros. Los presidentes del Banco de Santander, el BBVA y La Caixa tienen más de setenta años. Deben ser ya muy receptivos a los buenos propósitos sexuales de los obispos. Se interesan en otras cosas. Cobran, por ejemplo, 370 veces más que muchos de sus empleados.

Si la Iglesia tuviese voluntad de ayudar a la comunidad, en vez de un catecismo protagonizado por el sexo y dirigido a adolescentes, debería publicar un catecismo para banqueros y miembros del partido del Gobierno. El no robarás y el no mentirás tendrían así más protagonismo que la masturbación o la falta de respeto a la homosexualidad.

Hace años convenía acabar cualquier discurso con una insolencia contra el obispo. Hoy conviene no olvidarse nunca de los banqueros. La derecha descarnada que ha empobrecido la vida de este país recibe órdenes de los banqueros y los grandes empresarios. Ellos son d verdad los enemigos. Está bien que nos escandalicemos con las cosas de la Conferencia Episcopal. Pero no dejemos que los malvados nos distraigan con la muleta del anticlericalismo. España no tiene un problema con los adolescentes pajilleros, sino con los setentones avaros. Son ellos los que gobiernan el dolor en el reino de los miedos.

http://blogs.publico.es/luis-garcia-montero/1140/el-catecismo-de-los-obispos

Pechos ‘planchados’, la otra mutilación femenina

Por: María Antonia Sánchez-Vallejo | 06 de febrero de 2014

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Una mujer asiste con su hijo a una sesión de prevención en Duala / Joe Penney (Reuters)

Las víctimas son niñas prepúberes, entre ocho y once años. Les aplastan los pechos durante meses con un objeto candente para evitar que adquieran turgencia y su volumen atraiga demasiado pronto el interés de los hombres. Es una práctica ancestral denominada “planchado del pecho” y originaria de Camerún, pero hay un creciente número de casos en Reino Unido.

Dicen sus defensores que es un modo de preservar a las chicas del acoso sexual e incluso de evitar embarazos precoces. Nada más lejos de la realidad: la tortura ha demostrado su ineficacia a la hora de impedir la actividad sexual a edades tempranas. En 2010, alrededor del 30% de las camerunesas habían sido madres antes de cumplir los 18 años, según el Fondo de Población de la ONU.

Lejos de la repercusión que otras prácticas de mutilación sexual femenina han alcanzado en el mundo –precisamente esta semana se celebraba el Día Internacional Tolerancia Cero contra las distintas formas de mutilación genital, que afectan a 125 millones de mujeres en 29 países de África y Oriente Próximo-, el fenómeno de las niñas con los pechos deformados sigue siendo en su mayoría  un secreto. También las víctimas callan sobre lo sucedido, en parte porque asumen que es lo mejor para ellas –el discurso tradicional-, y apenas reconfortadas por las mujeres de la familia, que les aseguran que sus pechos volverán a crecer cuando sean mayores.

El silencio perpetúa la práctica y todas sus consecuencias, entre las que se cuentan abscesos, picores, descarga de leche, infecciones, disimetría de las mamas, mastitis, infecciones, fiebre alta, piel quemada y daño en los tejidos… por no hablar de las secuelas psicológicas.

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Uno de los instrumentos utilizados para ‘aplanar’ los senos / Joe Penney (Reuters)

El planchado afecta al 24% de las camerunesas –es decir, una de cada cuatro-, y es más común entre la población cristiana y animista del sur del país que en el norte, de mayoría musulmana, donde sólo se ven afectadas el 10% de las mujeres, sostiene el Fondo de Población de la ONU. En 2006, unos cuatro millones de camerunesas habían experimentado el proceso, que puede repetirse a diario durante más de un año, y otros cuatro millones eran víctimas potenciales del mismo, según la agencia alemana de cooperación internacional, que había dado la voz de alarma un año antes.

No es una práctica privativa de Camerún; también se realiza en Guinea-Bissau y en países del centro y el oeste de África como Chad, Togo, Benín y Guinea-Conakry. Más de la mitad de las agresiones (en torno al 58%) son perpetradas por la propia madre de la menor, aunque también suelen participar otras familiares. A menudo el padre permanece ajeno al suceso.

La ONG CAME Women and Girls Development Organisation, con base en Reino Unido, convocó recientemente una conferencia para dar luz pública al fenómeno, que la ONU ha incluido entre los crímenes más comunes que se perpetran contra las mujeres. Otros grupos locales, como la Asociación Red de Tías de Camerún (Renata), formada por víctimas del planchado, alientan campañas de radio y televisión dirigidas a 45.000 estudiantes de zonas rurales.

Las animosas Tías también han publicado carteles en los que se describen los tipos de objetos usados (lascas de piedra, martillos, espátulas, incluso la mano de un mortero calentado sobre brasas), un catálogo de horrores para una tortura silenciosa y, ojalá, cada vez menos secreta. Según el Gobierno camerunés, la práctica se ha reducido en un 50% desde que fuera detectada por primera vez, en 2005 y accidentalmente, durante una investigación de la agencia alemana de cooperación.

Victima

Una mujer de 28 años, víctima del ‘planchado’ de pechos, en su casa de Duala / Joe Penney (Reuters)

La mayoría de víctimas de acoso escolar no se lo comentan a un adulto

Menores

CAMPAÑA CONTRA EL BULLYING

 

CASILLAS Y COSIDÓ

Foto: EUROPA PRESS

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) –

   La mayoría de las víctimas de acoso escolar «nunca se lo comentan a un adulto», lo que convierte a España en uno de los países de Europa en los que «menos se reconoce» haberlo sufrido, según la información ofrecida este martes por la Policía Nacional, que ha lanzado la primera gran campaña a nivel estatal de sensibilización frente al ‘bullying’. En total, en 2012 el acoso en las aulas generó 316 denuncias, de las que 213 fueron por lesiones.

   La campaña, presentada en un colegio madrileño por el capitán de la Selección Española de Fútbol y portero del Real Madrid, Iker Casillas, y el director General de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó; parte del Estudio Cisneros ‘Violencia y Acoso Escolar’ para incidir en que «un alto porcentaje» de los chicos entre 11 y 16 años en España se ha sentido alguna vez acosado en las aulas, la mayoría de forma leve o no grave.

   Policía Nacional explica que si bien sólo «un pequeño porcentaje» fueron casos graves, en más de la mitad produjeron consecuencias importantes: casi un 54% de los chicos o chicas refleja síntomas de estrés postraumático, el 55% sufre depresión y el 53% tiene una imagen negativa de sí mismo.

   Para tratar de prevenirlo, se pone en marcha esta campaña, la mayor sobre acoso escolar y la más importante que articula la Policía este año, se desarrollará durante los próximos meses en redes sociales y colegios de todo el país, donde más de 300.000 agentes darán charlas para sensibilizar a los alumnos, las familias y los profesores sobre la importancia de decir #Noalacosoescolar.

   La presentación ha tenido lugar en el colegio Santa Ana y S. Rafael, en Madrid, donde el deportista ha comparecido ante un grupo de alumnos para responder a todo tipo de preguntas junto al director General de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, quien se ha encargado de explicar a los chicos en qué consiste la campaña, qué es el acoso escolar y cómo debe combatirse.

   Según ha dicho, a veces en los colegios «hay casos en los que un menor agrede a otro o se produce un acoso entre compañeros» y ha recordado que «quien agrede está cometiendo un delito» y quien no lo denuncia, es cómplice. Además, les ha alertado del uso de las redes sociales en este contexto, para recordarles que «la red no olvida: todo lo que se sube, queda para siempre».

   «No se trata sólo de no maltratar a un compañero sino de que cuando sepáis que eso pasa, se lo digáis a los profesores (…) y cuando os sintáis víctimas, no os calléis, podéis contar con la policía, que está cerca para protegeros», ha dicho a los chicos.

   Para Cosidó, «prevenir la violencia hoy en las aulas es la mejor forma de prevenir la violencia en las calles de mañana» y por eso se ha puesto en marcha esta campaña nacional que cuenta con un total de 14 «implicados», entre los que figuran además de Casillas, los futbolistas Andrés Iniesta o Xabi Alonso junto a personalidades de la televisión y la cultura como Dani Mateo, Risto Mejide, el Hombre de Negro o Alberto Chicote.

   Todos han grabado un mensaje en vídeo sujetando una pizarra en la que puede leerse ‘Todos contra el acoso escolar: ni una víctima más’. Dani Mateo, por ejemplo, recuerda que «no tiene ninguna gracia» reírse de otro y que «hay chavales que lo pasan fatal», y Mejide pone el acento en que «a veces no es lo que uno hace o deja de hacer sino lo que uno permite que ocurra» al no denunciar que un compañero está siendo acosado. «Los héroes protegen, no machacan», apunta el Hombre de Negro.

   Por su parte, Iker Casillas, ha dicho a preguntas de los niños que son ellos «los primeros que tienen que decir no» al acoso escolar y les ha animado a acudir a los profesores, los padres e incluso a la policía si son víctimas o testigos. También ha explicado que el primer consejo que daría a su hijo en un caso así sería «que no se calle, que no tenga miedo, que eso no es ser chivato».

   El futbolista ha contestado sobre su propia experiencia en las redes y ha afirmado que ante el acoso o el insulto de un tercero, «un cobarde que se esconde detrás de un alias o un avatar», es importante denunciarlo «y que la policía se encargue». Además, ha explicado que cuida mucho las imágenes que sube a la red y ha dicho que ante un comentario desagradable, procura bloquear al que lo ha hecho.

http://www.europapress.es/epsocial/menores-00645/noticia-mayoria-victimas-acoso-escolar-nunca-comentan-adulto-policia-20131203155148.html

Violencia en el presente de las mujeres, y ¿en las mujeres del futuro?

Berta Cao
24/11/2013
Uno de los carteles elaborados con motivo del Dia Contra la Violencia de Género, el próximo 25 de noviembre. / CCOO

Uno de los carteles elaborados con motivo del Dia Contra la Violencia de Género, el próximo 25 de noviembre. / CCOO

 

Un reciente estudio, publicado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, señala sin ambages la necesidad de invertir en políticas de educación ciudadana, o cívica, o social, pero en una educación que, en definitiva, intervenga en los procesos de construcción de la identidad para evitar que se perpetúe la cadena de la violencia, para romper los vicios y arquetipos que se mantienen entre la adolescencia y la juventud. En La evolución de la adolescencia española sobre la igualdad la igualdad y la prevención de la violencia de género, el estudio mencionado, se ha entrevistado a 8.125 personas, estudiantes de secundaria y formación profesional. El resultado ofrece datos espeluznantes:

 El 73% relacionan los celos con el amor (se lo han oído decir a sus padres).

 El 31% consideran que un hombre con actitudes agresivas es más atractivo.

 El 28’8% se sienten o han sentido excesivamente controladas por sus novios.

 El 26% creen que la violencia en el ámbito familiar debe quedarse ahí (en el ámbito de lo privado, de lo silenciado, de lo invisible).

 El 22% de las entrevistadas reconoce que su pareja la ha insultado y que ha querido aislar de sus amistades.

Y a todo ello tenemos que añadir las nuevas formas de violencia detectadas en estas edades: el ciberacoso, que no se queda en un control exhaustivo a través del móvil y el whatsapp, sino que avanza con el sexting (envío de imágenes u otros contenidos eróticos a través de teléfonos móviles o internet, así como las extorsiones u otras coacciones derivadas de dichos contenidos) y el grooming, acoso sexual de menores a través de la red y, sobre todo, en las redes sociales.

Si bien estas nuevas formas de violencia que sufren las adolescentes y jóvenes no son exclusivas de nuestro país, como no lo es -lo hemos comprobado nuevamente este año-, la violencia de género y sus múltiples formas, desde la violación y asesinato de la joven india a finales de 2013, que conmocionó a India y al mundo, hasta el francés ‘No toques a mi puta’, el manifiesto de los 343 salouds.

No, en España no tenemos 343 cabrones que firmen un manifiesto a favor de la prostitución. Nos vamos conformando con libros, folletos y otras publicaciones que indiquen el camino a la mujer virtuosa, más cercana al pasado que al presente,  como el “Cásate y sé sumisa”, de la moralista evangelizadora Constaza Miriano. Editado por el Arzobispado de Granada, “Cásate y sé sumisa” recuerda las indicaciones de los libros de escolares para maestras y bachilleres de la Sección Femenina, que nos moldeaban y cercenaban para aceptar todo tipo de tropelías de un marido/macho que ya debería haber desaparecido. Pero no, sigue entre nosotras y entre ellos, protagonizando las noticias más luctuosas, como el último caso -conocido- de exacerbación del machismo, horas antes de esta celebración del Día Internacional contra la Violencia de Género, el 25 de Noviembre. Un caso que reproduce todas las malas prácticas que atraviesa la atención a las mujeres víctimas de esta monstruosidad.

Primero, la culpabilización de la víctima (“La tenía que matar, me hacía la vida imposible”). La víctima había interpuesto 11 denuncias en los últimos seis años y había orden de alejamiento. Habrá alguien con tanta maldad y desprecio hacia las mujeres para creer que la víctima se lo había buscado. ¿Quién ha tenido una vida –al menos estos últimos años- imposible de vivir?

Segundo, la falta de cobertura y atención a las víctimas. ¿Dónde estaba el cordón de seguridad del alejamiento? ¿Dónde estaban los efectivos de protección a las víctimas de la Guardia Civil y la Policía municipal? ¿Alguien pedirá un informe sobre la falta de atención y cobertura a las mujeres víctimas con órdenes de alejamiento? ¿Se depurará alguna responsabilidad? ¿Se están aplicando recortes en los presupuestos destinados a la atención a las víctimas? A nivel del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en los presupuestos para 2014 la partida destinada contra la violencia se reduce un 1,5%, que se suman a la reducción del 6,8% en 2013.

No está muy claro de dónde van a salir los 1.500 millones –de euros, claro-, que el Gobierno ha dicho que destinará a la Estrategia Nacional contra la Violencia de Género 2013-2016, aprobada en julio de este año y que pretende hacer frente a esta lacra sin fin, que no disminuye por mucho que se frenen las cifras, y ya estamos en el tercer aspecto en el que apreciamos malas prácticas para afrontar la VG. La misma falsedad del año pasado, del anterior, y de todos los anteriores. La mujer asesinada este pasado sábado, día 23, es la enésima. Ya da igual que sea la cuarenta y tantas, la cincuenta y tantas… Son cientos de mujeres asesinadas en estos últimos años, sólo en este país. Mujeres que han sido torturadas hasta la muerte, y su única culpa fue establecer una relación afectiva con un maltratador.

A lo largo de este año hemos visto, en las características de las víctimas, que no importa la edad. Desde una adolescente de 14 años asesinada por su exnovio, hasta una anciana de 84, asesinada por su marido. No la procedencia, ni el nivel socioeconómico. Y sí, un número excesivamente elevado de hijos/hija (6) que, como en el caso de las mujeres asesinadas, seguiría siendo demasiado alto aunque hubiera sido sólo 1.

Mientras, seguimos escuchando discursos a favor de la custodia compartida, que desde el Ministerio de Justicia pretenden imponer y que, aunque haga una salvedad en los casos de violencia de género, es difícil siquiera imaginar que nuestros tribunales y juzgados la tengan en cuenta y no generen un problema, si cabe mayor, a las mujeres.

(*) Berta Cao es consultora de género y Máster en Género y Políticas de Igualdad.

http://www.cuartopoder.es/invitados/violencia-en-el-presente-de-las-mujeres-y-en-las-mujeres-del-futuro/2127

700 mujeres asesinadas en España en la última década en crímenes de violencia de género

Violencia de género

Una media de 70 homicidios al año y más de 600.000 mujeres sufren maltrato en nuestro país, aunque menos de la cuarta parte decide contarlo

EUROPA PRESS Madrid 03/11/2013

GOBIERNO DE ESPAÑA

Un total de 700 mujeres han sido asesinadas en España en la última década por otros tantos hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación sentimental. Es el resultado estadístico de una media de setenta homicidios cada año, desde que en 2003 se empezaran a contar los crímenes con vistas a la aprobación, un año más tarde, de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Aunque la Delegación Especial del Gobierno para la lucha contra la Violencia de Género, creada con la citada ley, es el organismo que se encarga de la recopilación de los datos, son tradicionalmente las organizaciones de mujeres quienes han venido poniendo nombres y apellidos a una realidad que, según el Centro de Investigaciones Sociológicas, padecen más de 600.000 mujeres cada año en España, aunque menos de la cuarta parte se decidan a contarlo.

Este era el caso de una mujer asesinada por su novio en la localidad malagueña de Fuengirola el 7 de enero de 2003. Fue la primera en una estadística poblada de historias de mujeres cuyo único rasgo en común es precisamente su condición femenina. Ella tenía 28 años, era extranjera. La mujer asesinada este sábado en la localidad conquense de Villanueva de la Jara, la última en ingresar en la estadística, era española, rondaba los 40 y tenía dos hijos pequeños.

En más de la mitad de los casos, las víctimas seguían manteniendo una relación de pareja con el maltratador

Aquel año se cerró con 71 mujeres muertas, de las que 62 eran españolas. La más joven tenía menos de 17 años y el grupo más amplio, 27 mujeres, eran treintañeras. No obstante, murieron quince mujeres que contaban entre 41 y 50 y otras siete que como una mujer octogenaria asesinada por su marido a finales de enero, tenían más de 64. En más de la mitad de los casos seguían manteniendo una relación de pareja con el hombre que las maltrataba.

Todos los expertos coinciden en destacar que no hay un perfil único de víctima de violencia de género. En estas setecientas mujeres hay inmigrantes sin red social de apoyo en España, mujeres rurales y mujeres (se estima que más de un catorce por ciento) con alguna discapacidad. Pero también hay tituladas superiores, candidatas de partidos políticos, estudiantes, empresarias atrapadas en el mismo círculo vicioso.

Según los datos del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en España se registran cada año unas 140.000 denuncias por delitos o faltas relacionadas con la violencia machista y el grueso de las sentencias en los juicios que se generan en consecuencia son condenatorias.

Se registran cada año 140.000 denuncias por delitos o faltas relacionadas con la violencia machista

En 2003 la estadística oficial no desgranaba el porcentaje de mujeres asesinadas en crímenes de violencia de género que habían dado en algún momento la voz de alarma. El dato se incorporó en 2006, dejando ver que en menos de la cuarta parte de los casos constaban denuncias previas contra los agresores. Aquel año murieron 68 mujeres, de las que 22 sí habían pedido ayuda a las autoridades.

De toda la serie de datos, el que registra la menor cifra de asesinatos es 2012, cuando se produjeron 52 homicidios de este tipo. En 2009 se habían contado 56 y, en 2005, un total de 57. Son las tres excepciones, los únicos tres años de la década en los que la violencia machista se ha cobrado menos de sesenta vidas en España.

En lo que va de año se cuentan 42, aunque podrían ser 46, porque la Delegación del Gobierno mantiene cuatro casos en investigación ocurridos en Orense, Asturias, Zamora y Zaragoza durante los últimos meses, en espera de que se esclarezca si las muertes se ajustan o no a las particularidades de la violencia de género.

37 niños huérfanos

Desde hace unos meses, el recuento incluye además a los hijos menores de edad que los maltratadores dejaron huérfanos o que pasaron a engrosar el recuento de víctimas mortales. Según la ya citada encuesta del CIS, al menos 840.000 niños y niñas padecen en España la violencia machista que se ejerce sobre sus madres y más de medio millón son maltratados directamente.

El hombre que ha asesinado a una mujer en Cuenca este fin de semana ha dejado sin madre a dos niños de seis y once años. Sólo en lo que va de año 37 se han quedado huérfanos por esta misma razón.

016. Teléfono de atención a víctimas de violencia de género. Es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica.

http://www.publico.es/479355/700-mujeres-asesinadas-en-espana-en-la-ultima-decada-en-crimenes-de-violencia-de-genero