Un Desmemoriado

Cosas para no olvidar

Un Desmemoriado

Tiempo de definirse.

La crisis económica (y las condiciones miserables para un importante sector de la población), la corrupción política y la pérdida de derechos sociales y laborales -conquistados en décadas, arrebatados en meses-, han provocado en los últimos meses un proceso de politización y auge de alternativas. Lo que comenzó como un movimiento de protesta en las calles ha dado paso a nuevos políticos, con dirigentes conocidos y nuevas bases sociales.

Pero en un escenario como éste, donde hay tanta gente deseando la caída del andiamaje político basado en dos partidos, toca definirse, es decir, expresar de forma clara posiciones sobre temas fundamentales relacionados con la economía, la sociedad, la cultura y la educación. No vale con un ataque a la «casta», dos declaraciones superficiales sobre la sanidad y educación pública y el deseo firme de acabar con la corrupción.

En suma:

-1 ¿Cómo organizará usted el Estado? ¿Será centralista, autonómico, federal…? ¿Y qué me dice de la forma: Monarquía o República?

-2. Más allá de la regeneración de esta democracia corrupta y decadente -es lo que muchos dicen-, ¿qué reformas piensa emprender para que eso no persista? No vale decir que consultaremos en asamblea a los ciudadanos, porque eso ya lo dice hasta Floriano.

3. ¿Cree usted en la primacía del poder civil, en la creación de un Estado laico? ¿Escuelas públicas, concertadas, universidades públicas, privadas, cómo financiarlas?

4. ¿Qué medidas tomará para la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y reducir el paro?

Al final, no es lo mismo ser monárquico que republicano, neoliberal o socialista, de izquierda o derecha, reformista o revolucionario. Defínase y ya verá como el vendaval que cree arrastrar ahora se reduce. Y si prefiere la indefinición, la distancia entre el ideal y la realidad saltará por los aires.

Y ya sé que muchos dicen que no toca, que estamos en crisis, que los problemas importantes son otros. Pero ya puestos: ¿cómo va a gestionar la historia y memoria de la guerra civil y del franquismo; la reparación política, jurídica y moral de las víctimas? ¿Seguiremos rodeados de miedos y mentiras y ausencia de políticas educativas y culturales sobre los derechos humanos?

Tiempo de definirse.

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Urgente: nueva era, nuevas soluciones

 I 5 febrero 2015

Federico Mayor Zaragoza – Comité de Apoyo de ATTAC España

“Ningún desafío se sitúa más allá de la capacidad creadora de la especie humana”.
John Fitzgerald Kennedy, 1963.

Hay que inventar el futuro. La inercia es el gran enemigo, ya que pretende aplicar a nuevos problemas pretéritas soluciones. Nunca en el pasado han cambiado tantas cosas tan rápidamente. Favorecer una adecuada evolución puede evitar la revolución. “Situaciones sin precedentes requieren —ha dicho Amin Maalouf— soluciones sin precedentes”. Durante siglos, el poder absoluto masculino se ha basado en la razón de la fuerza. Ahora ha llegado el momento de, con firmeza, utilizar la fuerza de la razón. En la era digital, los seres humanos dejan de ser invisibles, silenciosos y obedientes. Dejan de ser súbditos para ser ciudadanos plenos. Tienen lugar cambios profundos en el espacio, el tiempo y la naturaleza de nuestro proceder.

Se equivocan quienes consideran que nos hallamos ante una crisis coyuntural y pretenden reinstaurar el “orden” anterior. Nos encontramos en una encrucijada histórica en la que todos los seres humanos y no unos cuantos vivirán una vida digna de ser vivida. Hay que pasar de tener a ser. De “más” a “mejor”, de la “abundancia asimétrica” a la sobriedad voluntaria y compartida.

El sueño de la prosperidad de los pocos ha prevalecido sobre el sueño de la liberación de los muchos. Las parcelas de la autonomía personal se han  ido reduciendo en términos económicos, de conducta… hasta de pensamiento, por el agobio informativo y mediático. Es precisa una reapropiación del tiempo  para reflexionar, imaginar… y “pensar lo que nadie ha pensado”.

Inaplazables momentos de decisión: Así empieza la Carta de la Tierra: “Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana, una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz”.

Debemos actuar resueltamente, sin mayores aplazamientos, sobre todo cuando se trata de procesos potencialmente irreversibles. Estamos viviendo, especialmente desde hace algunas décadas, en medio de una extraordinaria confusión conceptual, degradación ecológica, extrema pobreza, inexcusables disparidades, amenaza nuclear, carencia de un multilateralismo eficiente…, debacle, en suma, de un sistema basado en el dinero y el cortoplacismo.

Hugues de Jouvenel, en su introducción titulada De una era a otra, a un reciente número de Futuribles, subraya el acierto del Club de Roma, con el hombre-atalaya Aurelio Peccei al frente, cuando en 1972 ya alertó sobre los “límites del crecimiento” y sobre la imperiosa necesidad —y deber, por nuestras responsabilidades intergeneracionales— de reponer en toda la medida de lo posible los recursos naturales consumidos y de evitar el deterioro del medio ambiente.

Hoy tenemos que tener en cuenta, en nuestro comportamiento cotidiano, la globalidad de la Tierra. La deslocalización productiva  y la contaminación que la acompaña no resuelven nada a escala planetaria. Es preciso sentirnos y actuar como ciudadanos del mundo, actuando de tal modo que podamos satisfacer las necesidades básicas sin destruir el ecosistema. “Estamos al borde del abismo de una crisis política, económica y financiera”, ha escrito el economista Thomas Piketty. Y social, medioambiental, conceptual y ética, debemos añadir.

Ahora, por fin, sabemos. Por fin, podemos expresarnos libremente. Por fin, la igualdad de género permitirá el equilibrio que constituye la piedra angular de una nueva era, en la que en lugar de esquivar los grandes desafíos, les haremos frente y no aceptaremos lo inaceptable.

Lo éticamente inadmisible. Como parte de mis retornellos:

1. Es intolerable que 3.000 millones de dólares se inviertan diariamente en gastos militares y en producción de armamentos al tiempo que mueren de  hambre y desamparo alrededor de 40.000 personas, la mayoría niños y niñas de uno a cinco años de edad.

2. Según un reciente informe de OXFAM, 85 personas poseen una riqueza mayor que la de la mitad de la humanidad (¡3.300 millones de personas!).

3. La “sociedad del bienestar” representa alrededor de un 20% del conjunto de los habitantes del planeta, lo que significa que una gran mayoría de seres humanos no se albergan en el barrio próspero de la aldea global.

4. La ayuda al desarrollo por parte de los países más prósperos ha decrecido en lugar de aumentar: con algunas excepciones, no se cumple la recomendación de las Naciones Unidas en 1974 de que los países más avanzados contribuyan al progreso de los más necesitados con el 0,7% de su PIB (España, se halla a la cola de ayuda al desarrollo, ya que ha pasado del 0,46% en el año 2010 al 0,16% actualmente).

5. Con una estrategia de inclusión y una regulación bien establecida jurídicamente de determinadas actividades, la explotación, especialmente realizada por grandes empresas multinacionales, podría dejar rápidamente de ser una de las mayores afrentas a la humanidad actualmente: la que con altas vallas y concertinas trata evitar la inmigración forzada por el hambre y la desesperación, en lugar de poner en práctica una política que evite los excesos actuales, propios de la impunidad que existe a escala supranacional.

6. El cambio climático, la fusión del Ártico… no se trata sólo de grandes desafíos geopolíticos y geoeconómicos sino, sobre todo, de impedir que, habiendo entrado ya en el antropoceno, disminuya la calidad de la habitabilidad de la Tierra…

Ausencia de las instituciones multilaterales adecuadas. En el año 1989, cuando todo clamaba paz; cuando el presidente Nelson Mandela había logrado la conciliación en Sudáfrica y la desaparición del abominable apartheid racial; cuando el inmenso imperio de la Unión Soviética se había transformado, por la magia de Mikhail Gobachev, sin una sola gota de sangre, en una gran Comunidad de Estados Independientes; cuando concluían satisfactoriamente los procesos de paz de Mozambique y El Salvador y se reiniciaba el proceso de paz en Guatemala… el neoliberalismo globalizador sustituyó, ante la impasibilidad de Occidente, los grandes principios democráticos tan bien establecidos en la Constitución de la UNESCO, por las leyes del mercado, y a las Naciones Unidas por grupos plutocráticos, integrados por seis, siete, ocho… 20 países… Y se constituye, fuera del ámbito del Sistema de las Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio; no se suscribe la Convención de los Derechos Humanos de la Infancia por la administración republicana de los Estados Unidos en 1989; se invade Irak, alegando pretendidas armas de destrucción masiva; sigue sin resolverse el contencioso palestino-israelí y a los conflictos interreligiosos se añaden, con especial virulencia, los intrarreligiosos (shiítas, sunitas, salafitas, yihadistas…) y resurgen con fuerza, incluso en “ejemplares” países nórdicos de Europa, la xenofobia y el nacionalismo.

En los Estados Unidos, el presidente Obama, haciendo uso de las facultades propias de la Presidencia, logra importantes progresos sociales como la aprobación del “medicare”; la incorporación de varios millones de inmigrantes que no habían sido todavía “regularizados”;  la disminución del presupuesto bélico del Pentágono; el crecimiento económico a través de importantes incentivos al trabajo y a las grandes obras públicas, mientras que una Unión Europea, caracterizada por la apresurada unión monetaria sin una unión política y económica previas, retrocede progresivamente en su papel en pro de la democracia y de las libertades públicas, sometiéndose estrictamente al dictado de las pautas financieras  no sólo con recortes económicos considerables, sino de las grandes conquistas sociales alcanzadas, desplazando, además, la creatividad e invención hacia el Este, consintiendo que China haya logrado, en el mes de septiembre del 2014, superar a la Unión Europea en esfuerzo en I+D+i.

¿China, país comunista, convertida en una gran potencia capitalista? ¿Y la India? ¿Cómo puede ser que sigamos analizando los problemas actuales basándonos en los “grandes poderes tradicionales”, sin tener en cuenta la realidad del mundo actual? Como científico, sé bien que sólo podremos transformar la realidad en profundidad si en profundidad la conocemos.

Ex ministro de Educación y ex director general de la Unesco

Artículo publicado en Público.es

http://www.attac.es/2015/02/05/urgente-nueva-era-nuevas-soluciones-i/

Denuncian una campaña desestabilizadora de los medios hegemónicos internacionales contra el gobierno argentino

 La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad emitió un comunicado en el que denuncia que “la campaña de desestabilización de los medios hegemónicos internacionales, en conjunción con las fuerzas de la derecha autóctona” contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández iniciado a partir de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

Red-de-Intelectuales-Artistas-y-Movimientos-Sociales-624x416-300x200.jpg.pagespeed.ic.UkRsH0Xn4aSegún el documento que lleva la firma de más de 50 personalidades de América y Europa, el mencionado plan desestabilizador “se complementa con el ataque sufrido contra la soberanía nacional por parte de los fondos buitre y se inserta en la ofensiva de Washington contra los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe”.

Al mismo tiempo, denunciaron el papel de la “prensa concentrada, cuyas cabezas visibles son el diario La Nación y el grupo Clarín”, a quienes les achacaron la intención de “responsabilizar al Ejecutivo del supuesto asesinato del fiscal”.

Con respecto a la denuncia presentada por Nisman días antes de su muerte, destacaron el análisis realizado por los doctores Eugenio Zaffaroni y Julio Maier, la postura oficial de la Asociación Argentina de Juristas así como de las máximas autoridades de Interpol y la prensa especializada, “que han demostrado que la denuncia de Nisman no contaba con las pruebas mínimas necesarias como para ser admitida en sede judicial”.

“El “plan delictivo” denunciado por el fiscal no es más que la ley votada por ambas Cámaras en el Congreso de la Nación: el “Memorándum de Entendimiento con Irán”, concebido para salir del impasse en que se había estancado la causa de la AMIA durante veinte años” aseguraron en el documento”, indicaron.

“La ausencia de la solidez necesaria para exigir la indagatoria de la Jefa del Estado -con toda la gravedad institucional que una tal acusación implica- así como la sórdida pugna interna en la ya disuelta Secretaría de Inteligencia de la Argentina donde sectores recientemente desplazados de la SI intentan erosionar la figura presidencial, tienen como objetivo perjudicar las posibilidades del candidato del kirchnerismo en las próximas elecciones presidenciales” aseguraron en el documento.

Por otro lado, señalaron que el fallecido fiscal tenía “sumisión a las directivas de la Embajada de Estados Unidos en Argentina, la CIA y el Mossad” lo cual “arroja un pesado manto de sospechas sobre su independencia de ciertas constelaciones internacionales de poder y la idoneidad de una investigación realizada bajo tales influencias”.

Finalmente, la Red En Defensa de la Humanidad reivindicó el papel “determinante” de nuestro país en el proceso de unidad e integración de la Patria Grande y llamó a “estar vigilantes sobre el desarrollo del plan desestabilizador”.

manipulacion_mediatica_348Al texto titulado “En defensa de la soberanía argentina” adhirieron Pablo González Casanova (México); Miguel d’Escoto Brockmann (Nicaragua); Stella Calloni (Argentina); Martin Almada (Paraguay): Miguel Concha Malo (México); Theotonio dos Santos (Brasil); Hugo Moldiz (Bolivia); Horacio López (Argentina); Atilio Boron (Argentina); James Cockcroft (Canadá); Ricardo Forster (Argentina); Aldo Díaz Lacayo (Nicaragua); Luis D’Elia (Argentina); Jorge Veraza (México); Eva Golinger (Estados Unidos); Carmen Bohórquez (Venezuela); Omar González (Cuba); Arnold August (Canadá); Pablo Ferreyra (Argentina); Elma Beatriz Rosado (Puerto Rico).

También suscriben Javier Couso (España); Héctor Díaz-Polanco (México); Hildebrando Pérez Grande (Perú); Danny Rivera (Puerto Rico); Katiuska Blanco (Cuba); Andrés Barreda (México) Winston Orrillo(Perú); Camille Chalmers (Haití); Gilberto López y Rivas (México); Salim Lamrani (Francia); Mónica Bruckmann (Brasil); Fernando Buen Abad (México); José Steinsleger (México); Ángel Guerra Cabrera (Cuba); Katu Arkonada (País Vasco); Mario Toer (Argentina); Héctor Poggiese (Argentina); Nayar López Castellanos (México); Carlos Fazio (México); Luis Hernández Navarro (México); Fernando Rendón (Colombia); Darío Salinas (México); María Nela Prada (Bolivia); Rosa C. Báez (Cuba); Ángeles Diez Rodríguez (España).

Otros intelectuales que firman son Jonathan Tea (Argentina); Luciano Vasapollo (Italia); Ramón Chao (España); Roberto Montoya (España); Winston Orrillo (Perú); Bruno Portuguez (Perú); Ricardo Flecha (Paraguay); Marilia Guimaraes (Brasil); Ricardo Bajo (Bolivia); José Miguel Candía (México); Marcelo Colussi (Guatemala); Carlos Prigollini (México); Fanny Palacios Izquierdo (Perú); Ramón Pedregal Casanova (España); Gabo Sequeira (Argentina); Carlos Molina Velásquez (El Salvador); Rita Martufi (Italia); Montserrat Ponsa Tarres (España); Walter Martínez Alves (México); Vicente Otta (Perú); Techi Cusmanich (Paraguay); Pilar Roca (Perú); Rosina Valcárcel (Perú); Alfredo Vera (Ecuador); Gustavo Espinoza (Perú).

http://www.radionacional.com.ar/?p=44483

Opiniones encontradas tras la muerte de Alberto Nisman

Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman se ha desatado un diluvio de comentarios y opiniones de todos los gustos y colores, tanto sobre la persona de Nisman como sobre quien maneja los innumerables hilos en el caso AMIA no solo en Argentina sino desde otros países y organismos, USA, ISRAEL, etc.

Como muestra dos artículos de opinión, cara y cruz de una misma moneda.

Difícil conocer la verdad en esta maraña de sentimientos, intereses, injerencias y maniobras para desviar culpabilidades y enturbiar el asunto pues como dice el refrán «En río revuelto, ganancia de pescadores»

La cuestión y la pregunta de premio es: ¿quienes son los «pescadores» que se benefician de todo esto? ¿qué se trata de ocultar y a quién se quiere perjudicar?

Van los dos artículos citados, más información (verídica o no) sobre el tema.

«Cristina somos todos»

(Por Emir Sader, * Profesor de la Universidad de Sao Paulo (USP) y de la Universidad do Estado do Río de Janeiro (Uerj), coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Uerj y autor de numerosos ensayos sobre historia y actualidad latinoamericanas.)

Hablando del complot contra la Presidente Cristina Kisrrchner para hacerla parecer culpable en todo este asunto AMIA-Nisman.

«El gobierno de Cristina Kirchner le sumó traición a la desidia»

Santiago Cantón, ex secretario general de la CIDH opina que «la muerte del fiscal es sólo el último capítulo en la novela de impunidad» de la causa AMIA

Bergoglio: “…luego pasa lo que pasa”

Francisco Delgado | Presidente de Europa Laica
nuevatribuna.es | 16 Enero 2015

El poder civil, la ciudadanía, creyente o no, debería de estar atento a este tipo de “mensajes-bomba”

Bergoglio… el jefe argentino del “universo católico”, con esa carita de anciano afable, de tolerante, de populista, de “amigo de los pobres”…. en muy poco tiempo ha soltado, entre otros, dos “mensajes-bomba” que deberían de hacernos reflexionar a todas y a todos y sobre todo al poder civil: En su viaje a Manila, ha dicho: “No se puede provocar, ni ofender a la religión, que luego pasa lo que pasa”, semanas antes en el Parlamento europeo afirmó refiriéndose a la interrupción voluntaria del embarazo: “…o de los niños asesinados antes de nacer”.

A veces ha encontrado el “aplauso” de quienes desconocen o quieren desconocer (en ocasiones, por motivos espurios) el significado histórico del papado y de la jerarquía excluyente que ello significa.

En ambas afirmaciones se detecta la intolerancia dogmática que profesan la inmensa mayoría de líderes religiosos, sobre todo de las religiones abrahámicas, que han combatido y combaten, si es necesario para sus intereses, “a sangre y fuego” a quienes no piensan como ellos…

…A quienes hacen crítica más menos ácida de la religión (como lo hacen de otras muchas cuestiones “mundanas”), a quienes niegan sus dogmas y falsas promesas, a quienes combaten sus privilegios, a quienes denuncian sus riquezas e hipocresía…

…Insultan a las mujeres que abortan por cuestiones de salud o en base a su libre conciencia, a quienes conciben la sexualidad de forma diferente a como ellos la predican para los demás, a quienes niegan la religión o la existencia de Dios, a quienes no son de su mismo club o asociación religiosa, a quienes -aun profesando la misma fe- no aceptan la jerarquía o ciertas consignas del líder…

…Siempre encuentra “brazos armados” de forma metafórica o real para ejecutar, física o socialmente, a quienes no “comulgan” con sus dogmas y consignas.

Bergoglio, que va de progre, que habla de la justicia social, que critica los mercados, el poder del dinero y el sistema capitalista del que su corporación religiosa forma parte… que pregona que va a cambiar las estructuras rígidas del Vaticano, el Papa en el cual muchos católicos -de buena fe- tienen puestas algunas esperanzas de que puede romper las inercias vetustas, jerárquicas y algo oscuras de la Iglesia…  el Papa que se ha hecho tan famoso, e -incluso- es “admirado” por algunos, dentro y fuera de su Iglesia…

…Es uno más, en versión siglo XXI (la época de las redes sociales y de la comunicación). Pero hubo otros del mismo estilo anteriormente… que forman parte del club -que a lo largo de la historia- organizaron los sindicatos católicos y las organizaciones para los pobres (con intereses específicos)… y, también, montaron la Inquisición y los Tribunales de la fe, las Cruzadas contra el “infiel”, formaron parte de las dictaduras nacional-católicas… en suma, siempre, se han aliado con el poder político o forman parte del poder, directa o indirectamente.

El poder civil, la ciudadanía, creyente o no, debería de estar atento a este tipo de “mensajes-bomba”, pues como dice el mismo Bergoglio: “luego pasa lo que pasa”.

http://www.nuevatribuna.es/opinion/francisco-delgado/bergoglio-luego-pasa-pasa/20150116123712111325.html

Nicolás Sánchez-Albornoz: “Hay que desacralizar el Valle de los Caídos y sacar de ahí los restos de Franco”

ENTREVISTA AL HISTORIADOR QUE PROTAGONIZÓ LA FUGA MÁS FAMOSA DE CUELGAMUROS| Publicado: 16/1/2015
Sato Díaz *Nicolás_Sánchez_Albornoz_entrevista

Nicolás Sánchez-Albornoz (Madrid, 1926) es una de esas personas cuya historia personal es un reflejo de la historia colectiva de este país. Ahora que se cumplen 75 años del inicio de la construcción del Valle de los Caídos, conocer la opinión de quien en agosto de 1948 protagonizó una fuga junto a su compañero Manuel Lamana, huyendo del destacamento penal de Cuelgamuros, donde cumplía condena realizando trabajos forzados por participar en un intento de reconstrucción de la Federación Universitaria Escolar, es imprescindible. Además, Sánchez-Albornoz tiene la capacidad de interpretar la actualidad que se le presupone a un especialista en historia económica de España y en la social de América Latina. Tras escapar de su cautiverio, se exilió en Argentina y luego en Nueva York. En ambos lugares fue profesor universitario. También se le ha concedido el grado de doctor honoris causa en las universidades Autónoma de Barcelona o Carlos III de Madrid, entre otras. El que fue el primer director del Instituto Cervantes, recogió en Cárceles y exilios (Anagrama, 2012) sus memorias de lo que vivió entre 1936 y 1975. También ha escrito numerosos artículos.

En el prólogo de Cárceles y exilios dice: “la cara que el país luce en la actualidad es más amable que en el pasado, a pesar de los oscuros forúnculos que la afean”. ¿Cuáles son esos forúnculos?

– El Gobierno actual es un forúnculo mayúsculo, pero hay más. Por ejemplo, el problema de la Iglesia no está resuelto. Se podría hacer una lista muy larga de forúnculos.

Mucha gente está calificando el momento actual como un periodo de cambio. ¿Cree que pronto será la cara del país más amable?

– Nunca se sabe cuál será el resultado. Lo que se puede decir es que es difícil que sea más fea.

La guerra y el franquismo supusieron un retroceso económico, social, político y cultural para España. ¿Se ha superado ya o se mantiene todavía ese retraso?

– La Segunda República supuso unos avances muy importantes y el Franquismo supuso un retraso. Después, en el orden social han habido una serie de cambios que han hecho que España vuelva a la línea de la República: la ley del divorcio, la convivencia entre ciudadanos… Todo eso se ha recuperado. Pero siguen habiendo una serie de grupos a los que les parecen mal los cambios sociales que se han producido espontáneamente. El hecho de que haya más matrimonios civiles que eclesiásticos es motivo de resentimiento para personajes como Rouco Varela. Hay un núcleo de resistencia muy fuerte que pone en peligro lo conseguido y la convivencia. En el orden económico, la Segunda República intentó un reparto del bienestar de las clases menesterosas, pero el Franquismo fue una marcha atrás. Después ha habido un esfuerzo para elevar el nivel de bienestar de la gente. Eso es por influencia de que estamos en Europa, pero hay una serie de gobernantes a los que les incomoda esto y están dañando a la Sanidad y a la Educación. Todo lo que representa el bienestar lo quieren echar para atrás. Eso no es único de España, ha habido una corriente en todo el mundo para romper el bienestar y abrir una brecha entre la gente con mucho dinero y los pobres y la clase media.

Este año se cumple el 75 aniversario del inicio de la construcción del Valle de los Caídos (1940). ¿Ha conseguido olvidar aquellos meses de 1948 en los que estuvo cautivo en Cuelgamuros?

“Cuelgamuros fue un observatorio de cómo funcionaba el sistema. Pude ver toda la corrupción de los funcionarios en la alimentación de los presos

– Recuerdo perfectamente todo lo que vi en el Valle de los Caídos en los pocos meses que estuve. Recuerdo nombres y anécdotas y eso me ha permitido escribirlo. Lo que pasa es que mi experiencia es limitada y nunca he querido exagerar. Estuve cuatro meses y en el mejor destacamento de los tres, el que construía el monasterio, y con unas condiciones accidentales muy favorables, pues yo estaba en una oficina en vez de poniendo ladrillos. Aquello fue un observatorio para ver lo que pasaba y para ver cómo funcionaba el sistema. Pude ver toda la corrupción sobre la alimentación de los presos.

¿Cómo era esa corrupción?

– El sistema, por lo menos en mi época, era que las compañías arrendaban al Estado los presos por 10 pesetas y 50 céntimos por día. El Estado depositaba 50 céntimos en una cartilla que el trabajador preso iba acumulando y que cuando salía libre se le pagaba. La propaganda de Franco decía que el Estado era previsor y creaba un fondo para que los liberados cobraran dinero al salir. ¿Pero qué cantidad era esa? Poca, para volver a su pueblo y poco más. Tras quitar esos 50 céntimos, quedaban 10 pesetas. El presupuesto de la alimentación del preso era de cinco pesetas al día. El Estado hacía pagar al preso su alimentación y quedaban cinco pesetas de beneficio, que se pueden atribuir a financiar a los guardianes, a la Guardia Civil… Era un sistema por el cual mantener a toda esa población presa no costaba dinero al Estado, que podía permitirse el lujo de tener a decenas de miles de personas haciendo trabajos forzados. La corrupción venía en la alimentación de los presos. Las cinco pesetas por día para alimentar a los presos iban al Estado, que compraba la comida. Venían los camiones, pero lo que yo veía era que se volvían llenos. Hacían el paripé de bajar galones de aceite o lentejas, pero se volvían llenos. El estraperlo de esa época venía de lo que los funcionarios robaban a los presos. El funcionario podía hacerlo porque sus compañeros no le denunciaban y los jefes también estaban pringados. Era una corrupción vertical, como los sindicatos. Esto era generalizado, esto lo tenían que saber el ministro y Franco, porque era la forma de comprar lealtades. El régimen conseguía lealtades por la persecución y represión, pero también dando a su propia gente esos beneficios que llegaban de la corrupción.

¿Hemos heredado ese sistema corrupto?

– Es que esta gente corrupta se ha formado así. Cree que el mundo funciona y debe funcionar de esa manera.

No existen cifras oficiales de la gente que murió en el Valle…

– En el periodo que yo estuve no me consta que hubiera muertos, pero sí recuerdo comentarios de las explosiones. Las explosiones durante la construcción existían. Lo de los 14 muertos que figuran es una cifra muy reducida, pero que ha sido reconocida por la propia Fundación Francisco Franco. A mi modo de ver, es una cifra mínima, pero bien está que reconozcan esa cifra. Lo que la gente no computa es todos los que quedaron heridos por el trabajo, que eran trasladados a hospitales, y, sobre todo, a todos los que barrenaban la piedra, porque eso levanta mucho polvo y tiene un efecto nocivo para los pulmones. Todos los muertos que ha habido después no se computan, pero también son víctimas del monumento.

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Durante los cuatro meses en los que estuvo preso en el Valle de los Caídos, ¿fue víctima de torturas o las vio?

– No. No traía a cuenta. Se les llevaba a Carabanchel o a la Jefatura de Policía. Cuando nos fugamos Manuel Lamana y yo, había un tercer compañero, Ignacio Faure, a quien le faltaban 15 días para cumplir la condena, por lo que nos parecía absurdo hacerle participar en una fuga y que se jugara la vida. Pero, por otro lado, se nos planteó el problema de que nuestro compañero no lo supiera. Entonces, fuimos en el último momento y se lo contamos. Cuando nos fugamos, lo primero que hicieron fue llevarle a interrogatorios, que no fueron nada suaves. Él no cantó. Aguantó y hubo malos tratos, pero no en Cuelgamuros, sino en la Puerta del Sol. En vez de 15 días tardó tres meses en que le pusieran en libertad, pero salió. Luego lo vi una vez, era un arquitecto muy famoso y marchó a México, donde se desarrolló su carrera.

La ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007 por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, dicta que “el Valle de los Caídos se rige por normas aplicables a lugares de culto y religiosos”, así como que “se prohíben los actos políticos que exalten el Franquismo y la Guerra Civil”. Además, mediante dicha ley se pretende honrar a todas las personas fallecidas en la contienda y la represión posterior. ¿Qué se ha llevado a la práctica de esto?

– Parto de una discrepancia: el monumento se ha creado como un monumento religioso para dar un culto a los muertos del Franquismo, en especial a Franco y a Primo de Rivera. Se ha convertido en un lugar sagrado, y la ley reconoce ese carácter sagrado, donde se prohíben los actos políticos. Yo creo que hay que desacralizar el Valle de los Caídos. Tiene que abandonarse ese carácter sagrado y renegociar con la Iglesia, porque allí no puede darse el culto, es un monumento a un acto político y tiene que tratarse como algo político. Yo dije en un artículo que había que poner un urinario encima de la tumba de Franco y cuando se discutió en el Consejo de Ministros la ley de Memoria Histórica, hicieron referencia a eso. “Hay alguien que incluso quiere poner un urinario…”, dijeron. (Risas) Eso que dije es una barbaridad, pero de vez en cuando hay que decir barbaridades. Lo que no puede ser es un lugar sagrado y la ley lo reconoce implícitamente. Ante lo que es una expresión de un acto político hecha por Franco y con el agravante del trabajo forzado de los presos políticos, la Iglesia tendría que ser la primera que dijera que eso no puede ser un sitio de culto.

Según usted, ¿en qué se debería convertir el Valle de los Caídos?

– Primero, lo desacralizamos. Luego ya tendremos tiempo de meditar si se mantiene, de qué forma se mantiene, si se destruye o si se deja que la naturaleza lo destruya. Algo que ya está pasando, se está agrietando. De momento, yo, a parte de la solución del urinario, no tengo otra solución. El problema es que quedarán una gran cantidad de huesos, de los dos bandos, de Franco, pero también fusilados. Ahí está el problema, eso está lleno de cadáveres. Se complicará la solución. Pero lo primero es desacralizarlo y sacar de ahí a Franco. También a Primo de Rivera.

“Se le dice a nieta: – Ahí tiene [los restos de Franco], haga lo que le dé le gana. Y a Primo de Rivera, a Jerez de la Frontera. Todo con normalidad

Y, ¿a dónde nos llevamos el cadáver de Franco?

– Se le dice a la nieta: “ahí lo tiene, haga lo que le dé la gana”. Y a Primo de Rivera, a Jerez de la Frontera. Todo con normalidad.

Los guías turísticos del Valle todavía no explican quién lo construyó…

– Eso es problema de Patrimonio Nacional, vende toda clase de folletos pero no dice la verdad.

Patrimonio Nacional, que fue administrado por socialistas, ¿porque no introdujeron la verdad?

– Son de esas herencias de las que no nos hemos deshecho y para las que no ha habido ningún esfuerzo por deshacerse de ellas.

¿Sigue sin visitar el Valle de los Caídos?

– ¿Para qué? No lo visito, hay muchas fotografías.

¿Lo ha visto desde la carretera?

– Sí, la cruz esa.

¿Qué sentimientos le produce el verlo?

– El mismo sentimiento que me producen la cantidad de cruces que hay por el mundo levantadas en entornos físicos bonitos. El valle de Cuelgamuros es bonito, pero lo estropearon.

“La memoria no se circunscribe al pasado, sino que es garante de futuro”, dice usted en el mismo libro. ¿Qué es lo más inmediato que hay que solucionar de aquel tiempo?

– Aquí hay algo referencial. ¿Cómo podemos presumir de que tenemos un sistema democrático homologable al resto de Europa cuando tenemos todavía todos los restos del Franquismo, como Cuelgamuros? En Italia o en Alemania sería impensable tener un monumento de esas dimensiones a Mussolini o Hitler. ¿Cómo se puede explicar a nuestros vecinos que somos europeos cuando permitimos estas cosas? Es la antidemocracia. En Alemania, cuando los grupos nazis se manifiestan, se les cortan las alas…

Durante su exilio, cuando pensaba en volver a España, ¿se la imaginaba igual que se la encontró?

– Al volver, en 1976, por fuerza tenía que encontrar que España era mejor que la que había dejado. La España de mi juventud es la de Cuelgamuros. Yo estaba enterado y podía tener el deseo de que las cosas eran distintas, pero al volver me encuentro una España mejor que la de los años 40. Y una España en marcha, en la que cabían todos los deseos y esperanzas. Íbamos a mejor, pero no hemos logrado tanto como se podría haber hecho.

Hoy también hay mucha gente, muy preparada, que tiene que irse fuera de España, como usted. ¿Qué les diría?

Eso es muy triste. Lo que se demuestra es que España económicamente y socialmente ha estado siempre atrasada con respecto al resto de Europa. Con la entrada de España en Europa se dio una gran oportunidad para dar un salto adelante y ponerse a un nivel comparable con el resto. Algo se ha hecho, evidentemente, el PIB, los ingresos, el modo de vida… todo eso ha progresado, pero no se han aprovechado las condiciones favorables para un crecimiento sólido y sostenible. Se han gastado los recursos y las oportunidades para consolidar ese avance. Aznar se gastó el dinero en fuegos artificiales, en el ladrillo, en las radiales. Todo eso ha sido un despilfarro que ha impedido la consolidación de los progresos. Esas imbecilidades nos han llevado a que ahora no haya empleo y la gente se tenga que ir. Eso es criminal y eso no se dice lo suficiente.

(*) Sato Díaz es periodista.

http://www.cuartopoder.es/invitados/2015/01/16/nicolas-sanchez-albornoz-hay-que-desacralizar-el-valle-de-los-caidos-y-sacar-de-ahi-los-restos-de-franco/4268

España – Estado policial

Fernando de Silva

Fernando de Silva

La calle ya no es de los ciudadanos, porque hemos dejado que otros se apoderen de nuestro espacio; pero al menos nos queda la palabra

estadopolicial (foto del blog de Fernando de Silva)Si ahora nos quejamos de que las libertades ciudadanas están siendo perseguidas por el gobierno de Mariano Rajoy, qué diremos cuando se vean las consecuencias reales de la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada con el exclusivo apoyo del PP.

Muy pronto los desahucios, que a diario se llevan a cabo por parte de los bancos contra personas que están sufriendo la marginación social por culpa de la crisis, ya no serán noticia, porque nadie se atreverá a protestar o tratar de impedir que se ejecuten, por miedo a que les impongan una multa millonaria; ni se podrá salir a la calle en protesta espontánea contra las injusticias sociales y laborales que a diario se cometen, para evitar una dura sanción; y mucho cuidado con el contenido de las pancartas que se exhiban en una manifestación legal, no sea que ofendan a nuestras autoridades y apliquen la conocida como “ley mordaza”.

Ni en los últimos años de la dictadura franquista se impuso una ley tan represiva como la aprobada la pasada semana. Pero esta situación no ha llegado sola, y son culpables muchos de los que ahora protestan. Dar el poder absoluto a un partido con convicciones ideológicas antidemocráticas tiene su precio, y ahora lo pagaremos todos, menos ellos; quedarse en casa, como hacen la mayoría de los ciudadanos, sin evidenciar una oposición a los abusos de poder que se están produciendo, les envalentona aún más para humillarnos. Lo que no entiendo es cómo nuestra sociedad, salvo puntuales excepciones, puede permitir esto, a no ser que estemos conformes con la represión ideológica y la pérdida de derechos consagrados en nuestra Constitución.

A partir de ahora los atropellos policiales podrán cometerse con absoluta impunidad, y ya no habrá una foto ni un vídeo tomado por un honrado ciudadano que permita conocer la verdad, para que se haga justicia. Porque enfocar a un grupo de policías que puedan estar pegando una paliza a alguien en plena vía pública, y de esto tenemos algunos ejemplos muy clamorosos en los últimos tiempos, está sancionado con multas muy cuantiosas. Sin embargo podrás acudir a un juicio si has sido testigo de un abuso de autoridad, pero en este momento descubrirás que, por ley, la palabra del funcionario de policía vale más que la tuya. Hasta tiene más valor la palabra del guardia civil detenido por pertenecer al Frente Atlético, que la nuestra.

Mientras desayuno, en el mismo diario, leo en la prensa que varios trabajadores de Arcelor Mittal pueden ser condenados a cinco años de prisión por disturbios producidos durante una protesta laboral. Paso la página y me entero de que un tal Rato, que nos engañó a todos cuando presidía Bankia, lo que ha supuesto desembolsar miles de millones de euros procedentes de nuestros bolsillos,  goza de plena libertad, y hasta se permite el lujo de viajar a Suiza con frecuencia, “no sabemos a qué”, dado que ni siquiera se le ha retenido el pasaporte. ¿En qué hemos convertido nuestro país?; en una vergüenza nacional, para sonrojo de propios y extraños.

¿Y qué dicen los jueces a todos esto? Muchos no se atreven a actuar, otros ya hacen bastante con perseguir  con escasez de medios la corrupción  de quienes nos gobiernan, pero a partir de ahora quedarán anulados por ley para intervenir en todo cuanto se regula en la Ley de Seguridad Ciudadana, dado que el control de las infracciones lo tendrá la propia administración, que se convertirá en juez y parte, dejando a los ciudadanos en una completa indefensión. Y todo esto lo hacen quienes por la mañana defienden la Constitución y por la tarde la vulneran.

La calle ya no es de los ciudadanos, porque hemos dejado que otros se apoderen de nuestro espacio;  pero al menos nos queda la palabra,  que debemos de usar para defender nuestros derechos y denunciar las injusticias antes de que nos corten también la lengua, que a buen seguro lo intentarán; que nadie lo dude.

Fernando de Silva es abogado, militante de Podemos y autor del blog SInLaVeniA

http://www.elplural.com/opinion/estado-policial/

Día Internacional del Laicismo y la Libertad de conciencia

Coral Bravo
Retazos, 11/12/2014
Las creencias personales son un asunto privado, el más privado de todos

El pasado día 9 de diciembre los laicistas y librepensadores españoles celebramos el día Internacional del Laicismo; día elegido por la asociación laicista Europa Laica, en su interés por tener una fecha conmemorativa que simbolice el empuje creciente del movimiento laicista español e internacional, cada día más consciente, y más extendido en la sociedad española y en todas las sociedades democráticas.

Europa Laica eligió los 9 de diciembre para tal conmemoración simbólica por referencia a una fecha clave en el desarrollo de las democracias occidentales: el 9 de diciembre de 1905, fecha de la proclamación de la Ley francesa de “Separación Iglesias-Estado”; a partir de la cual Francia se constituyó en un Estado realmente laico y, por tanto, verdaderamente democrático.

Pero, además, se eligió ese día como recordatorio y reconocimiento de una fecha clave también en la historia española, el 9 de diciembre de 1.931; día en que se proclamó la Constitución de la II República Española, hito en el laicismo español por contemplar Leyes y disposiciones de claro carácter laicista, equiparables a la Ley francesa mencionada, y que hizo que, por un breve espacio de tiempo, el laicismo formara real y efectivamente parte de la realidad de los españoles.

Europa Laica ha hecho público, en esta conmemoración, un manifiesto que deja muy clara la nefasta situación actual en España de la laicidad, que, como todos vemos y percibimos día a día, ha vuelto a ser, con la derecha en el gobierno, una utopía, un sueño a alcanzar. Empieza el manifiesto con estas palabras: “…Denunciamos la vulneración que en todo el mundo se hace del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y expresión, fruto en muchos casos de la enorme influencia que las confesiones religiosas mantienen sobre los gobiernos, de forma muy diversa, marcando las políticas económicas, educativas, jurídicas, etc., en mayor o menor grado. Incluso, en pleno siglo XXI, hay Estados teocráticos y confesionales, en donde el dogma religioso es a su vez la ley civil, y en donde el crimen contra la libertad de conciencia y todo tipo de derechos de ciudadanía quebrantan el Estado de Derecho con toda impunidad.”

Palabras que sintetizan muy bien el indecente confesionalismo que ennegrece el panorama español. Y tan es así que llevamos años escuchando verdaderos disparates supersticiosos e irracionales, ni propios de niños de preescolar, de boca de los mismísimos gobernantes de la derecha, tan pía ella; disparates como encomendarse a los santos para salir de la crisis que ellos mismos han generado, o como destruir el empleo y pedir a la virgen que nos saque de él; o como recomendar a los parados la oración para paliar el estrés que les produce. Todo ello, por supuesto, ya sabemos, mientras algunas fortunas personales, las arcas de la Iglesia y el saldo de diversas cuentas de Suiza y otros paraísos fiscales crecen descaradamente.

No es ningún descubrimiento el hecho evidente de que allá donde se instala la religión se expande el nepotismo y la corrupción, se imposibilita la democracia, se impone la irracionalidad y la superstición, se extiende el fanatismo y la intolerancia, se promulga la incultura y la cerrazón a la hora de percibir el mundo, se detiene el progreso, se coartan las libertades, se frenan los derechos humanos, se anula el librepensamiento, se venera el oscurantismo y la sinrazón, y, atendiendo a lo más prosaico, se vacían con primor las arcas públicas; y privadas, de los que se dejen. No hay más que echar un vistazo a los estragos que hace el Islam en el mundo árabe, tantos como los ha hecho y sigue haciendo el cristianismo en Occidente, es más de lo mismo. Francia se convirtió en el paradigma de las democracias modernas a partir de expulsar a la Iglesia católica de los asuntos de Estado. Los países nórdicos son, igualmente, el único paraíso democrático del planeta precisamente por su laicismo.

A pesar de ello, y a pesar de lo que dice el clero al respecto defendiendo sus intereses, el laicismo no ataca ni desprecia a ninguna religión, ni a ninguna creencia, sea la que fuere. El laicismo exige, al contrario, el respeto a la libertad de pensamiento y de creencia o increencia. Y exige la asepsia confesional del Estado, en tanto que está obligado, como un espacio público, a atender en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos, piensen como piensen y crean en lo que crean, en el dios cristiano, en el dios protestante, en Buda, en el becerro de oro o en un burro verde que vuela. Es lo mismo, las creencias personales son un asunto privado, el más privado de todos.

Argumenta el clero que el laicismo es radical. Aunque, como dice el inglés Pat Condell, hay asuntos en los que ser radical no sólo es oportuno, sino necesario. Si queremos vivir en un mundo justo y habitable, hay que ser radical defendiendo los derechos humanos, repudiando el crimen, la misoginia, la crueldad y la tortura, contra humanos o contra animales, dando espacio a la tolerancia, a la cultura, a la igualdad esencial de todos los seres que existen. Dijo Thomas Mann que la tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad. Y, como leí hace poco en el blog del politólogo François Coll, la laicidad no es, tan siquiera, una opinión, sino sólo la libertad de poder tenerla. Y, como dejó escrito el gran Shakespeare hace casi quinientos años, hereje no es el que arde en la hoguera, hereje es el que la enciende.

Coral Bravo es Doctora en Filología

http://www.elplural.com/opinion/dia-internacional-del-laicismo-y-la-libertad-de-conciencia/

“Mi madre es una desconocida para mí”

Mujeres engañadas y niños robados relatan su reencuentro

Tras las pruebas de ADN comienza una frustrante carrera para recuperar el tiempo perdido


Benedicta García cuenta cómo era su vida antes y después de encontrar a su hija robada. / FOTO: ALEJANDRO RUESGA / VÍDEO: ÁLVARO DE LA RÚA, NATALIA JUNQUERA Y PAULA CASADO

El salón de la casa de Benedicta García está cubierto de fotos de su hija. Apenas queda hueco en las paredes para un calendario en el que un gran círculo señala una fecha, 28 de noviembre: “Tres años desde que encontré a Pili”, dice justo al lado. En las estanterías, colocados como si fueran trofeos, hay una decena de vídeos que su hija robada, Pilar Monclús, le ha ido enviando desde Barcelona para enseñarle a su madre los 46 años que se ha perdido: su primera comunión, su boda, el nacimiento de sus dos nietas, las fiestas de cumpleaños, los disfraces de Carnaval…

Varios miles de personas en España se acuestan cada noche soñando con reencontrarse, como Benedicta y Pilar. Han llenado fiscalías y juzgados de denuncias por robo de bebés (más de 3.000) y foros de Internet de fechas, nombres de hospitales, fotos y descripciones de marcas de nacimiento con la esperanza de encontrar al niño robado o a la madre engañada. Pero los pocos que lo han conseguido saben que tras la prueba de ADN que confirma el parentesco se abre un difícil proceso, una agotadora y frustrante carrera para lograr lo imposible: recuperar el tiempo perdido.

Benedicta García y Pilar Monclús

Vivieron de manera distinta su primer encuentro. “Me tomé dos pastillas para los nervios y una tila y bajé al portal. Cuando la vi llegar me di cuenta de que era mi hija. El corazón me latía… fue impresionante”, recuerda Benedicta, de 75 años. “Ella nos esperaba en el portal y en cuanto la vi pensé: ‘Esa es mi madre”, coincide Pilar. “Nos dimos un beso, subimos a su casa, charlamos… Fue algo frío”, añade. “A los dos días volví yo sola y lo pasé mal. Ella quería ejercer de madre, pero para mí era una desconocida. Me sentí muy mal, me agobié. Me dio un ataque de ansiedad. Con el tiempo se me ha ido pasando, pero es muy duro. Yo no puedo cambiar su vida ni ella la mía. No sé cómo es, la voy conociendo poco a poco. Para mi mis padres son los que me criaron. Es muy difícil establecer una relación madre-hija, con 50 años. Ahora intento no comerme la cabeza. La quiero mucho y me tiene aquí para lo que necesite. La llamo casi todos los días y le mando fotos y vídeos para intentar ponernos al día, pero es imposible”.

Junto a los vídeos, Benedicta muestra con orgullo los álbumes que ha ido llenando, carta tras carta, con las fotos que le envían las personas que más quiere en el mundo, pese a ser las que menos tiempo llevan en su vida. “Esta es del día que nos conocimos, cuando Pilar vino a verme a Logroño con su familia. Antes la llevaba en la cartera, pero hubo robos en mi barrio y la saqué”. A Benedicta no le preocupaba que le quitasen el dinero. Le angustiaba la idea de que el ladrón se llevase esa estampa que recoge el momento más feliz de su vida.

Tenía 26 años cuando llegó a un pequeño pueblo de la costa brava a trabajar de interna en una casa. Allí se enamoró de un ferroviario y se quedó embarazada. “Me dijo que no quería saber nada. No le volví a ver”. Ella lo desconocía, pero su novio estaba casado y tenía hijos. Su familia no la ayudó y Benedicta, a punto de convertirse en madre soltera en la España de los sesenta, decidió irse a Bilbao. “Fui allí como podía haber ido a otro sitio. Solo quería ir a una ciudad grande donde nadie me conociera”. En la casa cuna de Bilbao las monjas le dijeron que podía dejar allí a su hija mientras estaba trabajando e ir a verla cuando quisiera. “Pero empezaron a darme largas, a decirme un día que estaba dormida, otro que estaba enferma… y yo me volvía a casa llorando sin verla. El día que le llevaba una medallita y unos pendientes, sor Bernardina me dijo que no volviera más, que mi hija estaba con una familia y que me olvidara de ella. Nunca pensé que las monjas pudieran hacer esas cosas”.

Pilar Monclús, y su madre, Benedicta García, el día que se conocieron, en noviembre de 2011.

Benedicta contrató a un abogado para que presentara una denuncia y buscara a un detective que localizara a su pequeña. “Pero las monjas pagaron al abogado y el abogado al detective, que me dijo que mi hija estaba estupendamente con otra familia y que no la buscara más”.

Años más tarde, Benedicta se casó, pero no tuvo más hijos. Sobrevivió al accidente de tráfico en el que perdió a su marido, Carlos, en 1980, y siguió buscando a Pilar. No se quitó aquella medallita que le habían impedido ponerle a su bebé hasta que la tuvo delante, 46 años después, y pudo al fin entregársela. “Yo no quería morirme sin encontrarla”, explica Benedicta. Contrató a otro abogado y a otro detective. Les llevó toda la documentación y esperó. “Hasta que me llamó y me dijo: ‘Bene, pásate por aquí, que tengo buenas noticias”.

Llegó a casa con el teléfono de su hija anotado en un papel, pero después de haber estado buscándola toda su vida, no se atrevía a llamar. “Me puse nerviosísima. Pensé que igual ella no querría saber nada de mí”. Finalmente, se armó de valor y llamó a una casa a 480 kilómetros y 46 años de distancia. “Estaba temblando”.

Cogió su nieta. Pilar había salido, pero cuando volvió a casa recibió un mensaje que la dejó de piedra: “Ha llamado una señora de Logroño que dice que es tu madre biológica”. Pilar devolvió la llamada y puso el teléfono en altavoz para que su marido y sus hjijas, de 20 y 13 años, escucharan la conversación. Duró una hora. “Las dos estábamos muy nerviosas, sobre todo yo. Me preguntó por qué la había abanonado y le expliqué lo que había pasado”, recuerda Benedicta.

“Hubiese preferido ser una niña abandonada”, explica Pilar. “Saber que has sido robada, que habían destrozado la vida de una mujer, de una madre, te descuadra totalmente y sientes mucha rabia”. Ella supo que era adoptada con 13 años. “Me enteré por terceras personas, se lo pregunté a mis padres y lo corroboraron. Siempre pensé que mi madre me había abandonado hasta que hace unos años vi un programa de niños robados. Miré mi documentación, vi irregularidades y puse una denuncia en el juzgado de Barcelona que se archivó por falta de pruebas”. Pilar, como la mayoría de niños robados, tuvo una infancia feliz. “Tuve mucha suerte con mis padres adoptivos. Sé que pagaron una cantidad de dinero, pero supongo que a ellos también les engañaron. Murieron hace años. No sé cómo habrían reaccionado hoy”.

Benedicta y Pilar siguen conociéndose. Y sorprendiéndose. “Es impresionante. Pese a haber estado tanto tiempo separadas nos parecemos muchísimo, ¡hasta en la manera de andar!”, dice Pilar. También Benedicta lo repite desde su salón mientas ve los vídeos una y otra vez: “Nos parecemos mucho. Cuando los miro lloro y me río. Es mi hija y la quiero tener conmigo, pero ella tiene su vida y yo la mía. Nos vemos cuando podemos y así vamos haciendo la amistad, cogiendo confianza, pero cuesta mucho, porque el tiempo perdido es muy difícil recuperarlo”. Pese a las dificultades, encontrar a su hija la ha cambiado. “Todo el mundo me lo dice. Antes era retraída, apenas hablaba, estaba siempre triste. Ahora soy otra, tengo alegría..”.

María Luisa Torres y Pilar Alcalde

Pilar Alcalde (izquierda) y su madre, María Luisa Torres, poco después de su reencuentro, en 2011. / GORKA LEJARCEGI

María Luisa conoció a su hija Pilar 29 años después del parto en la clínica Santa Cristina (Madrid). Allí se la había quitado María Gómez Valbuena, la primera monja imputada por robo de bebés. El proceso judicial concluyó poco después de la muerte de la religiosa, en enero de 2013, pero mientras duró, decenas de mujeres que buscaban a sus bebés robados solían arropar a María Luisa y Pilar a las puertas del juzgado. Ver a madre e hija llegar juntas, cogidas de la mano, era el mejor motivo para la esperanza. Todas querían ser como ellas.

Maria Luisa y Pilar disfrutaron durante dos años de sí mismas. Se contaron sus vidas, se deshicieron en abrazos. “Era como si nunca hubiéramos estado separadas”, recuerda Maria Luisa. Pilar se fue de vacaciones a Ibiza con las hermanas a las que acababa de conocer. Pasó la primera nochebuena de su vida con su madre en 2011. “Iba a mudarse a vivir con nosotras”, asegura María Luisa. Pero todo se torció.

“Hace 13 meses que no hablamos. Un día dijo que necesitaba tiempo y ya no volvimos a saber nada”, lamenta María Luisa. “Perderla de nuevo, después de 29 años esperando, ha sido el palo más duro de mi vida. En casa ya no hablamos del tema. Es muy doloroso”.

Antonia Morro

“Mis padres nunca me ocultaron que era adoptada y cuando con 16 años quise encontrar a mi madre biológica, me ayudaron a buscar”, explica Antonia Morro. “A ellos les habían dicho que era una prostituta y que yo no era la primera hija que abandonaba. Mi madre [adoptiva]solía decirme: ‘Ahora será mayor, seguro que si la encuentras podrás ayudarla”.

Pero la madre de Antonia ni era prostituta ni la había abandonado. “Murió tras el parto, el 20 de agosto de 1963. Y ese mismo día las monjas le dijeron a mi padre que yo también había fallecido. Él y mis tías siempre sospecharon. Fueron al cementerio y les dijeron que me habían enterrado con mi madre. Era todo mentira, ¿pero quién le llevaba la contraria a la Iglesia en los años sesenta?”.

Todo esto se lo contó su hermana cuando logró localizarla en agosto de 2011 gracias a la ayuda de dos empleadas del Consell de Mallorca. “Investigando, se enteraron de que mi madre había tenido cinco años antes una hija de una relación anterior y la encontraron. Fue ella la que me dijo que mi madre había muerto después del parto, que mis padres no estaban casados cuando nací yo, que mi padre le había pedido que me buscara…” Quedaron los tres para hacerse un test de ADN. “Fue muy emocionante porque cuando mi padre se bajó del taxi dijo: ‘No hay que hacer ninguna prueba, esa es mi hija’. La verdad es que teníamos la misma cara”.

Al principio todo fue bien. “Mi padre estaba contentísimo. Conoció a sus nietas. Me contó cómo había conocido a mi madre…” Pero la relación también se torció. “Personas de su familia metieron cizaña, pensando en herencias, y mi padre se dejó llevar. Hace muchos meses que no hablamos. Pero no estoy dolida. Yo iba buscando a mi madre y ya no estaba, pero encontré una hermana con la que tengo una relación maravillosa. Tu padre es el que te cuidó cuando estabas enferma, el que te llevaba al colegio, el que te castigaba… el mío está en el cielo y no lo va a sustituir nadie”.

Su madre adoptiva también falleció hace siete años. En el salón de Antonia hay una foto de los dos. Y junto a ellos, desde 2011, ha colocado una de su madre biológica. “Cada día de difuntos visito la tumba de los tres”.

Ensayo del primer saludo

Natalia Junquera

“Para un hijo adoptivo, encontrar a la madre biológica suele ser el final de un proceso: el de conocer su identidad. Y para la madre, en cambio, es el principio, a veces cree que va a recuperar al hijo”, explica Jaime Ledesma, mediador familiar especializado en reencuentros. Los hijos adoptivos que buscan a sus madres biológicas quieren satisfacer una curiosidad, no encontrar otra familia, porque sienten que la suya es la que les ha criado. Para evitar que ambas partes se hagan daño, “hay que ajustar las expectativas antes, ir lo más preparado posible al reencuentro”, añade el mediador.

La primera norma es “paciencia”. “Esto no debe hacerse de un día para otro. El proceso puede prolongarse meses antes del reencuentro. Tienen que escribirse cartas contándose su historia, mandarse fotos, preguntar todas las dudas que tengan”. La preparación psicológica incluye hasta ensayos del primer saludo, el momento crítico, porque ambas partes han fantaseado mucho sobre ese instante y es fácil que a la hora de la verdad, no sea como imaginaban.

Ledesma explica que “es muy difícil llegar a tener una relación madre-hija o madre-hijo. Puede llegar a haber mucha complicidad, pero después de tanto tiempo cuesta crear una relación de ese tipo. Lo que surge es un vínculo especial para el que habría que inventar una palabra nueva: algo entre la amistad y la relación familiar. En el caso de niños robados, el hijo siente rabia y la madre tiene que reelaborar el duelo”. Es decir, ella tiene que darse cuenta de que encontrarlo no es igual que recuperarlo. Y el hijo ha de asimilar una información que puede complicar la relación con sus padres adoptivos.

Desde 2007 los hijos adoptados tienen derecho, por ley, a conocer su origen y saciar su curiosidad. Pero al revés no: la madre biológica no puede pedir los datos de la familia a la que ha ido a parar su hijo. Ledesma cree que que en los casos donde haya indicios de robo o apropiación de ese bebé, la madre biológica debería tener más garantías. Y advierte sobre el cambio legal que recoge el anteproyecto de ley de protección del menor, en el que la madre biológica pasar de tener seis meses para arrepentirse y reclamar a su hijo a solo seis semanas. “Es poco tiempo”.

Más información

El impostor y la memoria democrática

Javier Cercas, a partir del caso Enric Marco, critica la industrialización de la memoria y la aproximación sentimentaloide al pasado.

Negar como hace el escritor que exista la memoria histórica significa dar por bueno el relato del pasado que el Estado construyó y difundió entre los años sesenta y ochenta.

Las críticas del libro de Cercas pueden servir para que, diez años después, asociaciones e instituciones superen los errores de la aproximación emocional al pasado.

Dos víctimas del franquismo felices al ser escuchadas en la Audiencia Nacional

Protesta frente a la Audiencia Nacional en mayo de 2014, cuando la jueza Servini tomó declaración a dos víctimas de la dictadura franquista junto al juez Fernando Andreu.

Javier Cercas acaba de presentar su nueva obra titulada El impostor. El escritor reconstruye la historia real de Enric Marco, el impostor que se hizo pasar por deportado a los campos nazis, al mismo tiempo que hace un repaso devastador de lo que él llama “la industria de la memoria” en nuestro país y una crítica a su historia reciente. En las entrevistas en las que se ha prodigado ya lanzaba las ideas que sustentan el libro: «La memoria histórica no existe, solo existe la memoria individual». «La memoria histórica se ha vuelto una industria».

Cercas estudia el caso Marco y lo aprovecha magistralmente para cargar contra una determinada forma de construir lo que él nombra “la llamada memoria histórica”, aunque no queda claro si hace referencia a la memoria democrática o a una determinada forma de reconstruir la memoria histórica. En todo caso, acierta en la crítica a ciertas aproximaciones emocionales y sentimentaloides al pasado reciente que hacen más mal que bien a nuestra cultura democrática.

Cercas aprovecha el caso Marco porque los que debieron extraer lecciones de aquel escándalo no lo han hecho en los casi diez años pasados desde que estalló. Lo que pasó en 2005 fue una gran oportunidad para modernizar la cultura de la memoria en España, para sacarla del gheto de la clandestinidad y del empeño de algunas asociaciones de víctimas por patrimonializarla. Fue una gran ocasión para europeizar la cultura de la memoria en España, tan dañada por una dictadura que sí elaboró su propio relato: el de la Cruzada y el de los XXV Años de Paz, el de las culpas compartidas y los errores moralmente equivalentes de dictadura y República.

Cercas relata muy bien cómo se gestó el escándalo. Explica la entrada de Enric Marco en Amical y el ambiente dentro y fuera de la asociación, que permitió que el engaño triunfase. Explica también lo que sucedió después, cómo muchas asociaciones, en lugar de abrirse, continuaron cultivando una cultura cerrada, resistencialista y patrimonializadora de la memoria de las víctimas. En muchos casos, las personas al frente de estas asociaciones no detectaron la necesidad de cambio ni los errores cometidos. Tras el escándalo, continuó algo que también denuncia Cercas en el libro y que los que estudiamos la deportación hemos vivido: la sacralización del testigo, a la que añadiría la del familiar del testigo, y la aproximación acrítica y sentimental al pasado.

Por todo ello, la crítica de Cercas es oportuna y útil. Pero no para descartar la petición de políticas de memoria, sino por lo contrario. El relato del escritor y su análisis debiera ayudar a que, diez años después, se sustituya la concepción comercial de la memoria histórica por la defensa de la justicia, de la verdad, de la reparación y el desarrollo de una memoria democrática en nuestro país.

Porque la memoria colectiva, contra el parecer de Cercas, sí existe. O al menos existe de la misma manera que la memoria individual: como metáfora. Los neurólogos desconocen el mecanismo de lo que llamamos memoria. Ignoran todavía cómo funciona la transmisión de impulsos que permite hacer referencias a experiencias del pasado. La memoria del ser humano es por ello una metáfora referida a esos desconocidos mecanismos. Y al igual que el individuo hace referencias al pasado, también los sistemas sociales -la sociedad en su conjunto, la política o el derecho- construyen relatos que hacen referencias al pasado. Es lo que llamamos memoria histórica. La memoria democrática es la que reivindica la lucha antifascista y por las libertades. Desgraciadamente en España existe memoria histórica del Estado, mas todavía no tenemos memoria democrática o esta es muy precaria.

Y es que Cercas, tan crítico con el concepto, hizo mucho por construir una determinada manera de referenciar el pasado de la guerra civil con su primera novela: la que ve errores moralmente equivalentes y no ve las diferencias entre el gobierno legítimo de un Estado tocado de muerte por los golpistas y unos fascistas que tenían un programa de eliminación física del enemigo. En el nuevo libro el autor, en un imaginado (¿?) diálogo con Marco, reconoce que Soldados de Salamina jugó una función en lo que algunos llamamos hace años el “boom del Franquismo” o «historia en migajas del Franquismo». Cercas, por tanto. participa de esa reconstrucción colectiva del pasado. O mejor dicho: participa de una determinada forma de reconstruir el pasado que hunde las raíces en los años sesenta, cuando Manuel Fraga y otros impulsaron la campaña de los “XXV Años de paz” que permitiría cambiar el discurso legitimador del régimen. Este discurso que todavía pervive es el de las culpas compartidas, el de la guerra entre hermanos en la que todos cometieron errores. Cercas participa de ella al equiparar moralmente al miliciano Miralles y al falangista Sánchez Mazas en su novela Soldados de Salamina.

Con su última obra, Cercas equipara todo el memorialismo a la industria de la memoria, aunque reivindica, sin llamarlas por su nombre, la necesidad de acabar con la vergüenza de los miles de cadáveres en las cunetas. Pero la memoria no es solamente Enric Marco y Amical de Mauthausen. De hecho, Cercas se refiere a esta organización como “la asociación de deportados”, cuando sabe perfectamente que es solamente una entre varias asociaciones de deportados, al lado de la FEDIP francesa o Triangle Blau o Amical Ravensbrück, escisiones estas últimas del Amical de Mauthausen. De hecho, el escritor cita solamente en una ocasión a una deportada, Neus Català, quien ya decía hace años lo que se descubrió en 2005: que Marco nunca había estado en un campo de concentración.

Cercas critica la sacralización del testigo, pero la propuesta que hace de sustituir testigo por historiador obvia que este último, por muy riguroso que sea, también está «inventando» el pasado desde sus anteojos culturales e ideológicos. Eso lo sabemos los que, como Cercas, vivimos y trabajamos en este momento en Cataluña.Además, pese a no ser sagrado, el testigo sí es necesario: como señalaba Ferriol Soria recientemente,el testigo, aunque no tiene la verdad, sí posee una de las verdades que, al lado de la histórica, la jurídica o la factual, también es importante a la hora de actualizar el relato del pasado.

Es necesario diferenciar entre esa llamada industria de la memoria -que en muchos casos ha intentado generar una cultura democrática que es muy precaria en España- de las demandas de derechos. Cuando se reclama reconocimiento y ayuda, también financiera, por parte de asociaciones o individuos, se están defendiendo derechos todavía vigentes y no realizados en nuestro Estado democrático de derecho. Eso hacían asociaciones y personas en los años setenta. Se dejó de hacer, dice Cercas, porque la vida en libertad hizo que se olvidasen estas reclamaciones. El escritor niega que hubiese un pacto de silencio, pero obvia el candado que entre 1981 y 1982 se echó en España para evitar la profundización en la joven democracia. Al cerrarse la vía de la justicia, la verdad y la reparación, se evitó que el incipiente discurso de la memoria democrática sustituyese al de los XXV Años de Paz.

Lo que Margalida Capellà llamó “la revuelta de los nietos” hizo resurgir la reivindicación memorialística veinte años después. Eso sin duda ha generado excesos o incluso falsedades como las de Marco, lo que hace que la denuncia de Cercas sea justa y pueda ser utilísima para separar el grano de la paja y conseguir desenmascarar no solamente a los Enric Marco que puedan seguir viviendo, sino también la impostura de unas elites españolas que, como Rodolfo Martín Villa, se inventaron en los años setenta y ochenta un pasado de liberales y demócratas de toda la vida. También la mentira de un Estado español que ahora pretende rescatar un falso pasado de país ajeno a la Segunda Guerra Mundial y salvador de judíos.

En resumen, me atrevería a decir que la crítica de Cercas a la industria de la memoria debe ser utilizada, pero precisamente para defender con más ahínco una memoria democrática en nuestro país. Porque, como la realidad se empeña en recordarnos constantemente, sin memoria democrática no puede haber una verdadera, moderna y europea cultura democrática. La alternativa es seguir con la inercia de la memoria histórica que comenzó a elaborarse en los sesenta, que continuó en los ochenta y que ahora esgrimen los defensores del pacto de 1978. Esa alternativa es la que continúa manteniendo miles de cadáveres en las cunetas y defendiendo a los franquistas que la justicia argentina reclama y que aquí dan lecciones de democracia.

http://www.eldiario.es/contrapoder/Javier_Cercas-memoria_historica-memoria_democratica_6_325527455.html

Ver también:

No hay más preguntas, señor Cercas